Llegar a cifras de audiencia de Super Bowl gracias al potencial de los megainfluencers

En la edi­ción 56ª de la Super Bowl se con­gre­ga­ron más de 100 millo­nes de espec­ta­do­res y un pre­cio de 7 millo­nes de dóla­res por anun­cios de 30 segun­dos. Estas cifras son la prue­ba cate­gó­ri­ca del poder de reu­nir a gran­des audien­cias en tiem­po real, un esce­na­rio que podría ver­se de for­ma más común y ase­gu­ra­da con la actua­ción de los mega­in­fluen­cers.

Gra­cias a los mega­in­fluen­cers, las mar­cas podrían tener esos 100 millo­nes de usua­rios garan­ti­za­dos en cual­quier momen­to, cual­quier día y con los prin­ci­pa­les gru­pos demo­grá­fi­cos. Estos influen­cers cuen­tan con más de un millón de segui­do­res y tie­nen, por lo tan­to, una amplia expo­si­ción públi­ca.

Sue­len ser cele­bri­da­des y estre­llas de dife­ren­tes pano­ra­mas. Estre­llas del pop, atle­tas, acto­res, juga­do­res y otros com­po­nen este gru­po. Por lo gene­ral, gra­cias a su tra­ba­jo y su cons­tan­cia en redes, así como el con­te­ni­do que suben, han con­se­gui­do una legión de follo­wers com­pro­me­ti­da y leal.

LeBron James, Kevin Hart, Demi Lova­to o Sele­na Gómez son algu­nos mega­in­fluen­cers que supo­nen una opor­tu­ni­dad abis­mal para las mar­cas de alcan­zar a un mayor públi­co. Según un estu­dio recien­te de la UTA, alre­de­dor del 40% de los con­su­mi­do­res esta­dou­ni­den­ses de entre 13 y 54 años, unos 65 millo­nes de per­so­nas, paga direc­ta­men­te a los crea­do­res por este acce­so.

Asi­mis­mo, el 95% de los con­su­mi­do­res seña­la estar abier­to a que las mar­cas par­ti­ci­pen en la eco­no­mía de los crea­do­res, un dato muy bueno para los anun­cian­tes. Estos debe­rían plan­tear­se seria­men­te apun­tar a esta cate­go­ría de influen­cer.

Por ejem­plo, uno de los epi­so­dios más popu­la­res de Jue­go de Tro­nos, Las cam­pa­nas, atra­jo a unos 12,5 millo­nes de espec­ta­do­res. Sus dos miem­bros de repar­to más popu­la­res en las redes socia­les, Sophie Tur­ner y Emi­lia Clar­ke, tie­nen cada una de ellas audien­cias más gran­des. Para ser con­cre­tos, la pri­me­ra tie­ne casi 15 millo­nes de segui­do­res, mien­tras que la segun­da aglu­ti­na 27 millo­nes.

Una de las ven­ta­jas de los mega­in­fluen­cers es que pue­den reu­nir a su audien­cia a su volun­tad, siem­pre que quie­ran. A dife­ren­cia de los medios más tra­di­cio­na­les, estos tie­nen un poder de con­vo­ca­to­ria mucho más ele­va­do.

En gene­ral, la pro­li­fe­ra­ción de las pla­ta­for­mas de strea­ming ha hecho que los con­su­mi­do­res estén ávi­dos de con­su­mo de con­te­ni­do. Estos se ven obli­ga­dos a ele­gir qué es lo que quie­ren ver o hacer. Sin embar­go, los follo­wers de los mega­in­fluen­cers están dis­pues­tos a con­su­mir el 100% del con­te­ni­do de un crea­dor.