Una de las cosas que no cambian incluso con la gran incursión de la digitalización en la vida de la gente, es la forma en la que los consumidores quieren recibir las comunicaciones y ofertas. Para el 50% de los españoles, su medio favorito es el folleto en papel que reciben a través del buzón, según el III Estudio de Marketing Relacional de Mediapost. Cabe preguntar, ¿cómo practicar el buzoneo de la mejor forma?
No existe una fórmula mágica para ello, ya que depende de variables como el tipo de marca, las características del cliente potencial y del contenido que queremos hacer llegar a la cesta publicitaria. Sin embargo, sí existen distintos tipos de buzoneo que las empresas pueden utilizar en función de sus particularidades y sus objetivos concretos:
- Flyers, revistas y catálogos. Se trata de una de las acciones de buzoneo interior clásicas, pero también de las más efectivas y económicas para las marcas. Normalmente suelen ser muy eficaces a la hora de trasladar nuevas ofertas, promociones, descuentos o el lanzamiento de un nuevo producto o la apertura de un negocio local. Por ello, son especialmente recomendables para los servicios a domicilio y los negocios de restauración o delivery. Eso sí, en este tipo de publicaciones es importante que se respete el diseño y la imagen corporativa para que el cliente potencial pueda reconocer al instante a la marca.
- Sampling. Ante el lanzamiento de un nuevo producto existen dos opciones: comunicárselo al potencial comprador o llevárselo directamente a su domicilio para que tenga la oportunidad de probarlo, es decir, hacer sampling, mismo que permite conectar directamente con el consumidor al repartir muestras gratuitas de nuestro producto, una técnica de marketing muy efectiva para provocar una reacción directa y medir su satisfacción. Destaca también por su versatilidad, puesto que no solo sirve para comunicar el lanzamiento de nuevos productos, sino que también resultará útil para familiarizar a los consumidores con los nuevos packagings o para reforzar el impacto de la marca.
- Stoppers, poming y perching. En este caso, el factor sorpresa es determinante en el momento de crear el recuerdo en los clientes potenciales al salir o al entrar de su casa. Estas técnicas son también muy sencillas de aplicar, además de baratas, ya que en el caso de los stoppers solo necesitarás unos pequeños reclamos publicitarios que sobresalgan de los buzones para lograr un gran impacto visual en los clientes. Lo mismo sucede con las campañas de poming y perching, las cuales tienen ventajas adicionales puesto que el impacto se produce directamente en la puerta de la vivienda del potencial cliente y, además, no es necesario abrir el buzón para llevarlo a cabo.
- Street Marketing. El público no es un actor pasivo, por lo que en ocasiones no basta con repartir folletos en su vivienda y esperar a que los lea. A veces se hace necesario salir a la calle y buscar directamente al cliente para hacerle llegar, de una forma mucho más directa, las novedades que le pueden interesar a través de la entrega en mano de flyers y folletos. Sin duda, es una de las acciones que requiere más trabajo y en la que habrá que cuidar la originalidad, la conexión con el cliente y el factor sorpresa para no resultar intrusivo, sin olvidar la fecha y hora en la que se realizará la acción.
Estos son algunos ejemplos de campañas de buzoneo que cualquier marca o negocio puede realizar. Según las características de cada empresa, unas funcionarán mejor que otras, ya que su éxito dependerá de si logra alcanzar a la audiencia adecuada. Para asegurar que se cumple con el objetivo, lo más recomendable es hacer un estudio previo de quién es el target al que se dirige, qué es lo que necesita y dónde vive. Este tipo de investigación se puede potenciar gracias al uso de herramientas de geomarketing que logrará llegar al público objetivo gracias al buzoneo inteligente.