La ubicación, la atención al cliente y la diferenciación de la competencia son tres factores claves para el éxito de las tiendas de ropa

La ubicación, la atención al cliente y la diferenciación de la competencia son tres factores claves para el éxito de las tiendas de ropa

ropaCada año, muchos empren­de­do­res invier­ten en el sec­tor de la moda y dan el paso de mon­tar una tien­da de ropa. Nin­gún empren­de­dor tie­ne la cer­te­za abso­lu­ta, al abrir su tien­da de ropa, de que el pro­yec­to irá bien. ¿Cuá­les son las tres cau­sas habi­tua­les del fra­ca­so de las tien­da de ropa?

  • La ubi­ca­ción de la tien­da

Se pue­de obser­var tien­das que anun­cian en su esca­pa­ra­te, a tra­vés de un letre­ro, un pró­xi­mo tras­la­do de la tien­da a una nue­va direc­ción. Este es un ejem­plo de cómo el fac­tor ubi­ca­ción es tan deter­mi­nan­te como el pro­duc­to que ofre­ce la tien­da. Inclu­so en las calles más comer­cia­les, hay zonas que tie­nen más trán­si­to. Aque­llos loca­les que están situa­dos en esqui­na de una calle comer­cial tie­nen una visi­bi­li­dad atrac­ti­va.

  • Una mala aten­ción al clien­te

Una posi­ble cau­sa de fra­ca­so en una tien­da de ropa es no for­mar a los pro­fe­sio­na­les que ven­den la ropa para ofre­cer una mejor aten­ción al clien­te y ase­so­rar en el pro­ce­so de com­pra.

  • Fal­ta de dife­ren­cia­ción fren­te a la com­pe­ten­cia

Tener una tien­da de ropa en una zona comer­cial es un valor aña­di­do siem­pre y cuan­do con­si­gas incre­men­tar la dife­ren­cia­ción res­pec­to de los nego­cios del sec­tor. En una tien­da de ropa no se pue­de limi­tar la dife­ren­cia­ción al fac­tor pre­cio. La cali­dad, la aten­ción, los hora­rios de la tien­da, la esté­ti­ca del local y la varie­dad del catá­lo­go son otros valo­res aso­cia­dos. En una zona comer­cial, el fra­ca­so de una tien­da de ropa pue­de ser con­se­cuen­cia direc­ta de la masi­fi­ca­ción de esta idea de nego­cio.

Un pro­duc­to de moda pue­de ser de cali­dad pero no lucir ade­cua­da­men­te en un local si tie­ne poca ilu­mi­na­ción o un esca­pa­ra­te muy peque­ño. Es decir, el mar­ke­ting de las ten­den­cias comien­za en tien­da.