La logística verde se consolida como el factor decisivo para la rentabilidad del e-commerce ante el Black Friday

La logística verde se consolida como el factor decisivo para la rentabilidad del e-commerce ante el Black Friday
Ante la lle­ga­da de las tem­po­ra­das de mayor con­su­mo del año, como lo son el Black Fri­day y la Navi­dad, el sec­tor del comer­cio elec­tró­ni­co se enfren­ta a un desa­fío dual: ges­tio­nar picos de deman­da his­tó­ri­cos al mis­mo tiem­po que miti­ga su impac­to ambien­tal. Exper­tos y ope­ra­do­res líde­res como Nacex seña­lan que la efi­cien­cia eco­ló­gi­ca ya no es solo una cues­tión de res­pon­sa­bi­li­dad social cor­po­ra­ti­va, sino una estra­te­gia obli­ga­to­ria para gene­rar ren­ta­bi­li­dad y repu­tación de mar­ca.

Ante la inmi­nen­te lle­ga­da del Black Fri­day y la inme­dia­ta cam­pa­ña de Navi­dad, el comer­cio elec­tró­ni­co mun­dial se pre­pa­ra para sus sema­nas de mayor acti­vi­dad. Este perio­do, carac­te­ri­za­do por un incre­men­to expo­nen­cial en el volu­men de pedi­dos y, con­se­cuen­te­men­te, de devo­lu­cio­nes, repre­sen­ta la mejor opor­tu­ni­dad de nego­cio del año. Sin embar­go, tam­bién plan­tea un desa­fío ope­ra­ti­vo y medioam­bien­tal de pri­me­ra mag­ni­tud. Y es que, según se des­pren­de de los últi­mos aná­li­sis del sec­tor, el impac­to sobre el medioam­bien­te se acen­túa dra­má­ti­ca­men­te en estas fechas, hacien­do que la imple­men­ta­ción de una logís­ti­ca sos­te­ni­ble no sea ya una opción, sino una estra­te­gia indis­pen­sa­ble para los e‑commerce que bus­can des­ta­car y pros­pe­rar en el mer­ca­do actual.

El doble bene­fi­cio: eco­lo­gía y ren­ta­bi­li­dad

La adop­ción de prác­ti­cas logís­ti­cas sos­te­ni­bles trae con­si­go un doble bene­fi­cio inme­dia­to: impac­ta posi­ti­va­men­te tan­to en el medioam­bien­te como en la cuen­ta de resul­ta­dos del nego­cio. Des­de una pers­pec­ti­va pura­men­te eco­ló­gi­ca, la opti­mi­za­ción de las rutas de dis­tri­bu­ción y la reduc­ción del con­su­mo de com­bus­ti­bles fósi­les son fun­da­men­ta­les. La apues­ta por flo­tas de vehícu­los más lim­pias, ya sean eléc­tri­cos, híbri­dos o pro­pul­sa­dos por bio­com­bus­ti­bles, con­tri­bu­ye de mane­ra impor­tan­te a la dis­mi­nu­ción de emi­sio­nes de gases de efec­to inver­na­de­ro.

Por cier­to, es en las ciu­da­des don­de estas medi­das se tra­du­cen en una mejo­ra nota­ble de la cali­dad del aire y una reduc­ción de la con­ta­mi­na­ción acús­ti­ca, un fac­tor crí­ti­co en lo que los exper­tos deno­mi­nan la «últi­ma milla», el tra­mo final del pro­ce­so de entre­ga que sue­le ser el más cos­to­so y con­ta­mi­nan­te.

Para los comer­cios elec­tró­ni­cos, la logís­ti­ca ver­de actúa como un cata­li­za­dor de ven­ta­jas com­pe­ti­ti­vas. La opti­mi­za­ción de rutas median­te algo­rit­mos avan­za­dos, la con­so­li­da­ción de envíos para evi­tar via­jes inne­ce­sa­rios y una ges­tión efi­cien­te de los resi­duos sig­ni­fi­can un recor­te de los cos­tes ope­ra­ti­vos a la vez que mejo­ran la efi­cien­cia gene­ral. El resul­ta­do es una cade­na de sumi­nis­tro capaz de rea­li­zar entre­gas más rápi­das y efi­ca­ces, lo que redun­da en una mayor satis­fac­ción del clien­te y en el for­ta­le­ci­mien­to de la repu­tación de la mar­ca en un mer­ca­do don­de el con­su­mi­dor es cada vez más cons­cien­te de su hue­lla eco­ló­gi­ca.

La elec­ción del socio logís­ti­co es una deci­sión estra­té­gi­ca

Dado que la mayo­ría de los comer­cios elec­tró­ni­cos no ges­tio­nan su pro­pia dis­tri­bu­ción, la elec­ción de un ope­ra­dor logís­ti­co se con­vier­te en una deci­sión crí­ti­ca. Por ello, optar por socios que inte­gren cri­te­rios ambien­ta­les en cada fase del pro­ce­so mar­ca la dife­ren­cia com­pe­ti­ti­va. Según los están­da­res actua­les, un ope­ra­dor ideal debe ofre­cer tec­no­lo­gía para rutas efi­cien­tes, ya que el uso de sis­te­mas avan­za­dos de pla­ni­fi­ca­ción redu­ce los kiló­me­tros reco­rri­dos y los temi­dos via­jes en vacío, mini­mi­zan­do el con­su­mo de com­bus­ti­ble, un fac­tor esen­cial en cam­pa­ñas de alto volu­men.

Asi­mis­mo, la ges­tión del empa­que­ta­do ha cobra­do un pro­ta­go­nis­mo nove­do­so y muy impor­tan­te. Eli­mi­nar el sobre­em­ba­la­je, es decir, el uso exce­si­vo de mate­ria­les para pro­te­ger pro­duc­tos peque­ños, ade­más de prio­ri­zar mate­ria­les reci­cla­dos y fomen­tar la reuti­li­za­ción, son prác­ti­cas esen­cia­les. Jun­to a ello, la fle­xi­bi­li­dad en la entre­ga es igual­men­te valio­sa. La imple­men­ta­ción de opcio­nes alter­na­ti­vas, como mode­los de pun­tos de reco­gi­da o los popu­la­res «loc­kers», no solo son más res­pe­tuo­sos con el entorno al per­mi­tir agru­par múl­ti­ples entre­gas en una sola para­da, sino que tam­bién ofre­cen la fle­xi­bi­li­dad que deman­da el con­su­mi­dor moderno, redu­cien­do la tasa de entre­gas falli­das.

El caso de Nacex: tec­no­lo­gía y red de pun­tos como solu­ción

En este pano­ra­ma remo­za­do por las nove­da­des y la trans­for­ma­ción, empre­sas de men­sa­je­ría urgen­te como Nacex des­ta­can por su com­pro­mi­so acti­vo con la tran­si­ción hacia una logís­ti­ca más res­pon­sa­ble. La com­pa­ñía ha imple­men­ta­do ini­cia­ti­vas que inclu­yen tec­no­lo­gías de opti­mi­za­ción de rutas en tiem­po real, una pro­gre­si­va elec­tri­fi­ca­ción de su flo­ta para redu­cir emi­sio­nes y la apli­ca­ción de estric­tos cri­te­rios de eco­di­se­ño en sus emba­la­jes para mini­mi­zar resi­duos.

Todas estas accio­nes bus­can ali­near­se con las nece­si­da­des de los comer­cios elec­tró­ni­cos que requie­ren socios con valo­res sos­te­ni­bles veri­fi­ca­bles. Un ejem­plo cla­ro de esta estra­te­gia es NACEX.shop, la red de la com­pa­ñía que cuen­ta con más de 4.000 pun­tos de con­ve­nien­cia dis­tri­bui­dos en Espa­ña y Por­tu­gal. Esta infra­es­truc­tu­ra faci­li­ta la reti­ra­da y devo­lu­ción de com­pras onli­ne sin nece­si­dad de espe­ras para el clien­te final, ofre­cien­do una amplia fran­ja hora­ria. Des­de el pun­to de vis­ta ambien­tal, esta red per­mi­te agru­par envíos de mane­ra masi­va, logran­do redu­cir drás­ti­ca­men­te los des­pla­za­mien­tos uni­ta­rios y mejo­rar la sos­te­ni­bi­li­dad en la crí­ti­ca últi­ma milla.

Un nue­vo están­dar de com­pe­ti­ti­vi­dad

Las tem­po­ra­das de alta deman­da exi­gen hoy en día mucho más que la clá­si­ca capa­ci­dad ope­ra­ti­va incre­men­ta­da; requie­ren deci­sio­nes estra­té­gi­cas que ase­gu­ren pro­ce­sos ági­les y con­fia­bles, y una hue­lla ambien­tal con­tro­la­da. Inte­grar cri­te­rios sos­te­ni­bles, ya sea median­te prác­ti­cas pro­pias o a tra­vés de la con­tra­ta­ción de socios logís­ti­cos ade­cua­dos, no solo opti­mi­za la efi­cien­cia y redu­ce cos­tes a lar­go pla­zo, sino que tam­bién crea una pro­pues­ta de valor pode­ro­sa.

En el actual esce­na­rio del comer­cio elec­tró­ni­co, la sos­te­ni­bi­li­dad ha tras­cen­di­do de ser un sim­ple valor aña­di­do a con­ver­tir­se en un pilar fun­da­men­tal para la com­pe­ti­ti­vi­dad, la dife­ren­cia­ción y la cons­truc­ción de con­fian­za. Ele­gir part­ners que lide­ran esta trans­for­ma­ción es el res­pal­do ideal para ase­gu­rar que un e‑commerce lle­gue a tiem­po a la casa del clien­te, y que esto sig­ni­fi­que a la vez que se man­ten­ga a la van­guar­dia de una indus­tria en ple­na rein­ven­ción.

Patrocinadores

© e-contenidos s.a.