La IA generativa redefine las búsquedas: por qué Google ya no es el único sinónimo de buscar

La IA generativa redefine las búsquedas: por qué Google ya no es el único sinónimo de buscar
Un aná­li­sis del nue­vo eco­sis­te­ma digi­tal reve­la que, aun­que las bús­que­das tra­di­cio­na­les en Goo­gle aún cre­cen, la IA gene­ra­ti­va de herra­mien­tas como ChatGPT y Gemi­ni está crean­do un uni­ver­so para­le­lo de des­cu­bri­mien­to. Los exper­tos advier­ten que la publi­ci­dad será más cara, así como más com­pe­ti­ti­va, y que la IA, no el usua­rio, deci­di­rá qué mar­cas ven la luz y serán, por tan­to, más vis­tas.

Duran­te más de dos déca­das, el con­cep­to de “bús­que­da” en inter­net ha sido sinó­ni­mo de Goo­gle. Sin embar­go, en menos de cua­tro años, la inte­li­gen­cia arti­fi­cial gene­ra­ti­va ha pro­vo­ca­do una dis­rup­ción en este domi­nio que nin­gu­na otra pla­ta­for­ma había logra­do. Un nue­vo aná­li­sis sobre el com­por­ta­mien­to del con­su­mi­dor digi­tal advier­te que esta trans­for­ma­ción es un cam­bio radi­cal del mar­co de tra­ba­jo que está rees­cri­bien­do las reglas pri­mor­dia­les de cómo des­cu­bri­mos infor­ma­ción y toma­mos deci­sio­nes.

La velo­ci­dad de adop­ción ha sido un fac­tor pre­do­mi­nan­te en esta revo­lu­ción. Apro­xi­ma­da­men­te mil millo­nes de per­so­nas en todo el mun­do, más del 10% de la pobla­ción glo­bal, ya uti­li­zan herra­mien­tas de IA gene­ra­ti­va como ChatGPT, Gemi­ni, Copi­lot o Clau­de en su vida dia­ria. A modo de com­pa­ra­ción, a Goo­gle le lle­vó nue­ve años alcan­zar esa mis­ma esca­la.

La dife­ren­cia más noto­ria, según el infor­me, radi­ca en la inten­ción del usua­rio. La bús­que­da tra­di­cio­nal de Goo­gle se basa en pala­bras cla­ve para recu­pe­rar infor­ma­ción exis­ten­te. En cam­bio, la bús­que­da con IA es con­ver­sa­cio­nal y con­tex­tual. El aná­li­sis des­ta­ca que “apro­xi­ma­da­men­te el 75% de las inter­ac­cio­nes de ChatGPT actua­les no se cen­tran en recu­pe­rar infor­ma­ción exis­ten­te, sino en crear algo nue­vo”, como pue­de ser la redac­ción de un resu­men, el dise­ño de una ima­gen o la soli­ci­tud de una reco­men­da­ción per­so­na­li­za­da. Este tipo de “inten­ción gene­ra­ti­va” era inal­can­za­ble en la era ante­rior.

Sin embar­go, con­tra­ria­men­te a lo que pue­de pare­cer, esta revo­lu­ción no sig­ni­fi­ca la muer­te inme­dia­ta de las bús­que­das tra­di­cio­na­les. De hecho, el uso de Goo­gle y Bing ha cre­ci­do un 20% en los últi­mos dos años. La expli­ca­ción de esta para­do­ja es que los usua­rios están adop­tan­do un com­por­ta­mien­to flui­do: uti­li­zan las herra­mien­tas de IA para el des­cu­bri­mien­to y la crea­ción, pero lue­go acu­den a los moto­res de bús­que­da tra­di­cio­na­les para vali­dar los resul­ta­dos de la IA.

El auge de la bús­que­da mul­ti­mo­dal

El cam­bio no solo es con­ver­sa­cio­nal, sino tam­bién mul­ti­mo­dal. La for­ma en que los usua­rios con­sul­tan la infor­ma­ción se está diver­si­fi­can­do más allá del tex­to. En los hechos, sig­ni­fi­ca que el 20% de los usua­rios de ChatGPT ya uti­li­za la bús­que­da por voz, una ten­den­cia que se suma a los mil millo­nes de con­sul­tas de voz que Goo­gle regis­tra men­sual­men­te.

Sin embar­go, el cre­ci­mien­to más explo­si­vo se está pro­du­cien­do en la bús­que­da visual. Goo­gle Lens regis­tró un cre­ci­mien­to inter­anual del 65%, alcan­zan­do la asom­bro­sa cifra de 20.000 millo­nes de con­sul­tas men­sua­les. Para el sec­tor comer­cial, el dato más rele­van­te es que, según el aná­li­sis, una de cada cua­tro tie­ne fines comer­cia­les. La impli­ca­ción para los pro­fe­sio­na­les del mar­ke­ting es cla­ra y urgen­te: “si el con­te­ni­do de tu mar­ca no está estruc­tu­ra­do, for­ma­tea­do y se pue­de bus­car de for­ma mul­ti­mo­dal, ya te estás que­dan­do atrás”.

El futu­ro de la publi­ci­dad lle­ga con “super­clics” y agen­tes de IA

Esta trans­for­ma­ción impac­ta por com­ple­to en el mode­lo publi­ci­ta­rio. Así, se pre­vé que las res­pues­tas gene­ra­das por IA ofrez­can menos espa­cios publi­ci­ta­rios, lo que inevi­ta­ble­men­te con­du­ci­rá a “un mayor cos­te por clic (CPC), una mayor com­pe­ten­cia y la nece­si­dad de pla­ni­fi­car más allá del mode­lo tra­di­cio­nal de pala­bras cla­ve”.

Los anun­cios del futu­ro, según el estu­dio, “se pare­ce­rán menos a ban­ners y más a reco­men­da­cio­nes inte­gra­das”: alta­men­te per­so­na­li­za­dos, con un tono con­ver­sa­cio­nal y pro­fun­da­men­te rele­van­tes. En este nue­vo entorno se pro­du­ce un cam­bio de poder esca­lo­frian­te: “la IA, no el usua­rio, deci­de qué mar­ca par­ti­ci­pa en la con­ver­sa­ción”.

Este nue­vo para­dig­ma tam­bién está com­pri­mien­do la expe­rien­cia del com­pra­dor. Mien­tras que la bús­que­da tra­di­cio­nal seguía una lógi­ca de cua­tro pasos (bus­car, hacer clic, explo­rar, actuar), la bús­que­da con IA la redu­ce a tres: pre­gun­tar, obte­ner y actuar.

El aná­li­sis mira hacia el futu­ro más cer­cano, hacia la era emer­gen­te de la nave­ga­ción agen­ti­va. En este esce­na­rio, agen­tes de IA rea­li­za­rán tareas com­ple­tas de for­ma autó­no­ma en nom­bre del usua­rio, como reser­var una prue­ba de con­duc­ción, com­pa­rar pre­cios entre múl­ti­ples sitios o rea­li­zar una com­pra. En este por­ve­nir, el andar del com­pra­dor podría redu­cir­se a solo dos pasos: soli­ci­tar infor­ma­ción y actuar. Para las mar­cas, el desa­fío ya no será solo ser visi­ble, sino “gene­rar con­fian­za entre los agen­tes de IA”.

Ante este pano­ra­ma, el infor­me reco­mien­da a los pro­fe­sio­na­les del mar­ke­ting a seguir cua­tro pasos inme­dia­tos: moni­to­ri­zar cómo apa­re­ce su mar­ca en las res­pues­tas de IA, adap­tar el con­te­ni­do para con­sul­tas con­ver­sa­cio­na­les del tipo “cómo hacer” y “por qué”, opti­mi­zar para bús­que­das mul­ti­mo­da­les (voz e ima­gen) y replan­tear las estra­te­gias de publi­ci­dad de pago. Esto últi­mo impli­ca pre­pa­rar­se para cos­tes por clic más altos, pero con una inten­ción de com­pra mucho mayor, un fenó­meno que el aná­li­sis deno­mi­na “super­clics”.

En sín­te­sis, el infor­me no seña­la el fin del SEO ni de la publi­ci­dad en bus­ca­do­res, sino que evi­den­cia el comien­zo de una era fun­da­men­tal­men­te dife­ren­te. “La visi­bi­li­dad se con­se­gui­rá de for­ma dife­ren­te, median­te la rele­van­cia, la capa­ci­dad de res­pues­ta y la pre­pa­ra­ción téc­ni­ca. Las bús­que­das no han muer­to. Pero están cam­bian­do. Y los pro­fe­sio­na­les del mar­ke­ting deben apren­der su nue­vo len­gua­je antes de que se pier­dan en la tra­duc­ción”.

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