La gentrificación golpea la reputación del turismo español

La gentrificación golpea la reputación del turismo español
La gen­tri­fi­ca­ción es un tér­mino que des­cri­be la reno­va­ción de una zona urba­na, y que impli­ca el des­pla­za­mien­to de su pobla­ción ori­gi­nal por otra de mayor poder adqui­si­ti­vo. Este fenó­meno está afec­tan­do a la repu­tación del turis­mo en Espa­ña, como lo reve­la la pri­me­ra edi­ción del Baró­me­tro de Per­cep­ción Turís­ti­ca, una nue­va herra­mien­ta ela­bo­ra­da por la con­sul­to­ra LLYC que ana­li­za la situa­ción en las comu­ni­da­des autó­no­mas a par­tir de la con­ver­sa­ción digi­tal. Según sus datos, la repu­tación del sec­tor ha caí­do 1,2 pun­tos en el últi­mo tri­mes­tre (de 5,9 a 4,7 sobre 10) y un drás­ti­co 2,5 pun­tos des­de prin­ci­pios de 2022, lo que repre­sen­ta una dis­mi­nu­ción del 35%.

El prin­ci­pal fac­tor detrás de esta evo­lu­ción nega­ti­va es el auge de los men­sa­jes crí­ti­cos sobre la gen­tri­fi­ca­ción, que en los últi­mos meses domi­nan el deba­te públi­co sobre el sec­tor en Espa­ña. Los pre­cios de la vivien­da, inase­qui­bles para los resi­den­tes loca­les, y la masi­fi­ca­ción turís­ti­ca en cier­tas zonas han ele­va­do sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te el nivel de des­con­ten­to. Toda la infor­ma­ción deta­lla­da de este baró­me­tro está dis­po­ni­ble en una lan­ding públi­ca con un mapa inter­ac­ti­vo por regio­nes y por tri­mes­tre.

El baró­me­tro tie­ne el com­pro­mi­so de actua­li­zar­se tri­mes­tral­men­te y per­mi­tir una medi­ción cons­tan­te de la repu­tación turís­ti­ca a nivel regio­nal. Para su ela­bo­ra­ción, LLYC ha ana­li­za­do 4,6 millo­nes de men­sa­jes digi­ta­les des­de enero de 2022 (más de 1,5 millo­nes solo en el últi­mo año), pro­ce­den­tes de redes socia­les, medios onli­ne y foros espe­cia­li­za­dos. Cada inter­ven­ción ha sido cla­si­fi­ca­da por terri­to­rio y eva­lua­da según su tono sea posi­ti­vo, neu­tro o nega­ti­vo, y por su temá­ti­ca, todo ello a par­tir de 20 sub­ca­te­go­rías vin­cu­la­das al turis­mo. Ade­más, los datos se han ajus­ta­do en fun­ción de la pobla­ción de cada región para per­mi­tir una com­pa­ra­ción equi­ta­ti­va, ofre­cien­do una nota por comu­ni­dad autó­no­ma (don­de 0 es el valor más des­fa­vo­ra­ble y 10 el más favo­ra­ble) que com­bi­na el volu­men de con­ver­sa­ción y el sen­ti­mien­to neto de dicha con­ver­sa­ción.

El infor­me reve­la que Madrid y Bar­ce­lo­na con­cen­tran más del 40% de la con­ver­sa­ción digi­tal sobre turis­mo en Espa­ña (un 70% si se suman Anda­lu­cía y Cana­rias). Son estas regio­nes, jun­to con Balea­res y Comu­ni­dad Valen­cia­na, las más afec­ta­das por el cli­ma nega­ti­vo, ya que con­cen­tran el mayor volu­men de men­sa­jes crí­ti­cos, prin­ci­pal­men­te rela­cio­na­dos con la gen­tri­fi­ca­ción, la satu­ra­ción y el impac­to social del mode­lo urbano. El País Vas­co está cer­ca a inte­grar este gru­po, regis­tran­do un alza cons­tan­te de men­cio­nes des­fa­vo­ra­bles, lo que indi­ca que la pro­ble­má­ti­ca se extien­de.

Cul­tu­ra y natu­ra­le­za como for­ta­le­zas

En medio de esta per­cep­ción nega­ti­va, algu­nas comu­ni­da­des autó­no­mas han logra­do man­te­ner una repu­tación posi­ti­va y sóli­da duran­te el últi­mo año. Entre ellas sobre­sa­le Extre­ma­du­ra, gra­cias al peso de la temá­ti­ca cul­tu­ral en su posi­cio­na­mien­to turís­ti­co; asi­mis­mo, Can­ta­bria y Nava­rra tie­nen como pro­ta­go­nis­ta de la con­ver­sa­ción a la natu­ra­le­za como valor dife­ren­cial y atrac­ti­vo prin­ci­pal; y Ara­gón, que se posi­cio­na entre las comu­ni­da­des más sos­te­ni­bles, jus­to por detrás de la cul­tu­ra en volu­men temá­ti­co de con­ver­sa­ción. Estas regio­nes gozan de una per­cep­ción públi­ca más hala­güe­ña, basa­da en atri­bu­tos vin­cu­la­dos al patri­mo­nio, la auten­ti­ci­dad y la sos­te­ni­bi­li­dad, ale­ján­do­se de los pro­ble­mas de masi­fi­ca­ción.

En el nor­te y en el inte­rior de la penín­su­la, la cul­tu­ra sigue sien­do el prin­ci­pal recla­mo, con Extre­ma­du­ra y Cas­ti­lla y León lide­ran­do, res­pec­ti­va­men­te, en pro­por­ción de men­sa­jes aso­cia­dos a la cul­tu­ra y a una expe­rien­cia “úni­ca”. La natu­ra­le­za ocu­pa el segun­do sitial en comu­ni­da­des como Can­ta­bria, Astu­rias y Nava­rra, con­so­li­dán­do­se como un atrac­ti­vo para un turis­mo más cons­cien­te y res­pe­tuo­so con el entorno.

En con­tras­te, en el Lito­ral espa­ñol y en las gran­des urbes, la con­ver­sa­ción está domi­na­da por crí­ti­cas a la gen­tri­fi­ca­ción, la masi­fi­ca­ción turís­ti­ca y el dete­rio­ro del bien­es­tar local. Estas temá­ti­cas nega­ti­vas han eclip­sa­do otros acti­vos turís­ti­cos, arras­tran­do a la baja la tem­pe­ra­tu­ra glo­bal de la con­ver­sa­ción digi­tal sobre estos des­ti­nos, lo que repre­sen­ta un desa­fío repu­tacio­nal sig­ni­fi­ca­ti­vo para las auto­ri­da­des y acto­res del sec­tor.

Anti­ci­par ries­gos y orien­tar estra­te­gias

El Baró­me­tro de Per­cep­ción Turís­ti­ca verá la luz tri­mes­tral­men­te, lo que per­mi­ti­rá seguir la evo­lu­ción de las per­cep­cio­nes socia­les tan­to en el cor­to como en el medio pla­zo. Su obje­ti­vo, tal como lo expli­ca LLYC, no es reem­pla­zar los indi­ca­do­res tra­di­cio­na­les del turis­mo, sino com­ple­men­tar­los con una mira­da repu­tacio­nal y social, la cual es “cla­ve para cons­truir un turis­mo más cons­cien­te y legí­ti­mo”.

Anto­nio Goma­riz, direc­tor en LLYC y exper­to en el sec­tor turis­mo, expli­có la uti­li­dad de esta nue­va herra­mien­ta: “El Baró­me­tro per­mi­te iden­ti­fi­car cuá­les son las temá­ti­cas alre­de­dor del turis­mo con una mayor pre­sen­cia y pola­ri­za­ción alre­de­dor del turis­mo. Es una toma de tem­pe­ra­tu­ra ini­cial que sir­ve para cono­cer aque­llos aspec­tos posi­ti­vos en los que las dis­tin­tas comu­ni­da­des autó­no­mas pue­den poten­ciar y, al mis­mo tiem­po cuá­les son aque­llos nega­ti­vos que hay que vigi­lar”.

Uti­li­zan­do una ana­lo­gía médi­ca, Goma­riz ilus­tra la fun­ción del baró­me­tro: “Al igual que cuan­do uno va al médi­co por­que tie­ne fie­bre y el médi­co inves­ti­ga dón­de pue­de estar el ori­gen de la mis­ma, el baró­me­tro refle­ja un sín­to­ma. Es nece­sa­rio pro­fun­di­zar des­pués en cuá­les son las cau­sas, que gene­ral­men­te son mul­ti­fac­to­ria­les”. Apo­ya­do en big data e inte­li­gen­cia arti­fi­cial, LLYC con­si­gue rea­li­zar este aná­li­sis en pro­fun­di­dad, y con la orien­ta­ción de sus con­sul­to­res, “per­mi­te iden­ti­fi­car esas cau­sas, cómo se lide­ran y pro­mue­ven las con­ver­sa­cio­nes y deter­mi­nar cuál debe ser el foco de actua­ción”.

Des­de LLYC con­si­de­ran que “es esen­cial gene­rar cone­xión entre los dis­tin­tos gru­pos de inte­rés exis­ten­tes alre­de­dor del sec­tor turís­ti­co y fomen­tar un diá­lo­go cons­tan­te que per­mi­ta iden­ti­fi­car opor­tu­ni­da­des de mejo­ra del mode­lo, poten­ciar los ele­men­tos que gene­ran con­sen­so en cuan­to a su impac­to posi­ti­vo y, al mis­mo tiem­po, tra­ba­jar con­jun­ta­men­te en aque­llos cuyas exter­na­li­da­des gene­ran una pre­sión nega­ti­va en el entorno”. Este enfo­que cola­bo­ra­ti­vo y basa­do en datos se pre­sen­ta como cru­cial para la sos­te­ni­bi­li­dad del turis­mo en Espa­ña en los pró­xi­mos años.

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