Más que una campaña, esto es la cara de la felicidad. Así define La Fundación Pequeño Deseo a la reciente campaña que ha lanzado para visibilizar su acción, celebrando que han podido cumplir el deseo 6000 y eso, sobre todo para su protagonista, es la razón de seguir adelante.
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“Fue un día mágico repleto de emociones, en esta ocasión tan especial la varita cumplió el deseo de Laia: Volar”. Cuentan desde la fundación y explican que la protagonista de este deseo se llama Laia, una niña de 7 años alegre, mimosa y dulce.
“Por el momento tiene cole desde casa, y le cuesta un poquito ponerse a estudiar, pero cuando lo consigue saca muy buenas notas. A ella le gusta más estar en la calle, jugar y volar como los pajaritos. Su deseo era volar y qué mejor que un túnel de viento para sentir esa experiencia única”, nos cuentan.
Y esto es lo que sucedió: “Un par de toques de varita y deseo cumplido, Laia estaba a punto de vivir un momento inolvidable. Cuando llegó se puso el mono, casco, zapatos, tapones…, y para mayor alegría, pudo volar con su papá. Laia no dudó ni un momento en querer meterse en el túnel de viento y volar muy alto. Es una luchadora, con esa fuerza y valentía conseguirá todo lo que se proponga”. Este es el relato de la felicidad.
Y con él, la Fundación Pequeño Deseo lo que nos quiere contar es que existen, y no solo eso, sino que hacen una labor encomiable. Fundada en el año 2000, su objetivo es hacer realidad los deseos de niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico, con el fin de apoyarles anímicamente y hacer más llevadera su enfermedad.
Desde la fundación nos revelan que está demostrado científicamente que el cumplimiento de un deseo genera emociones positivas que tienen un efecto enorme en su bienestar y calidad de vida. Así lo asegura la directora de la organización.
“En la Fundación trabajamos día a día para que la ilusión y la alegría formen parte del tratamiento y apoyar a los niños enfermos para que su lucha diaria sea más llevadera. A veces cumplir el deseo de un niño enfermo es su mejor medicina”, afirma Cristina Cuadrado, directora general de la Fundación Pequeño Deseo.