Las playas de Alicante se han convertido en el escenario perfecto de una original campaña de street marketing que ha llevado a sus bañistas el terror del film noventero Sé lo que hicisteis el último verano. La iniciativa, impulsada por Sony Pictures Entertainment y la agencia creativa Butragueño & Bottländer, busca generar expectación a fin de preparar el ambiente para la nueva entrega de la saga.
La acción central de la campaña convierte al inolvidable villano The Fisherman, en el protagonista de una cámara oculta que aterroriza a bañistas reales en la playa de El Campello. La pieza de video resultante, concebida como una “mini película de horror” de 45 segundos, ha sido distribuida en plataformas sociales de alto impacto como TikTok, Instagram y X. Esta difusión ha logrado generar una interesante conversación orgánica entre los usuarios, anticipando el estreno con una potente dosis de adrenalina y nostalgia por el género de terror.
Rodada el pasado 3 de julio por la productora Carmela Produce, la campaña consigue revivir en el público la atmósfera tensa del cine de terror de los años 90. El giro creativo sorprende al convertir un tranquilo día de playa en una escena digna de una película slasher, logrando un efecto impactante entre la gente que vivió la experiencia y entre quienes van dando clic en el video.
La estrategia detrás del pánico playero
La activación, que capitaliza la reacción espontánea del público, refuerza el atractivo transmedia de la saga. Esta franquicia regresa con fuerza a la cartelera cinematográfica tras haberse consolidado como uno de los grandes referentes del terror adolescente a lo largo de los años. Además, la campaña pone en valor el papel crucial del contenido experiencial y disruptivo como una herramienta ideal para conectar de manera efectiva con nuevas audiencias en los saturados entornos digitales actuales.
Con esta innovadora campaña, Butragueño & Bottländer demuestra una vez más su capacidad para combinar de forma magistral la creatividad, la cultura pop y una sólida estrategia digital. El resultado no solo posiciona a The Fisherman como uno de los villanos más recordados del cine, sino que ahora también lo establece como una figura capaz de desenvolverse en un escenario tan inesperado como la playa, consolidando una acción de marketing viral que resonará largo tiempo en la memoria colectiva.