La socie­dad ha evo­lu­cio­na­do y el mar­ke­ting tam­bién, así que no siem­pre mues­tra, como solía hacer­lo, una vida fácil y per­fec­ta, sino que pre­fie­re una pers­pec­ti­va mucho más real de la vida con el obje­ti­vo de conec­tar de una mane­ra mucho más natu­ral con los con­su­mi­do­res.

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IKEA es una de las com­pa­ñías que ha apos­ta­do por este tipo de estra­te­gias a tra­vés de su cam­pa­ña Whe­re real Life Hap­pens a tra­vés de la que ya ha explo­ra­do temas tan comu­nes como el divor­cio, la ado­les­cen­cia o la adop­ción. Aho­ra, lle­ga con un nue­vo spot en el que se refle­ja la vida de una madre sol­te­ra a car­go de un buen núme­ro de hijos.

Con una dura­ción de un minu­to, el anun­cio crea­do por la agen­cia Åkes­tam Holst mues­tra a la madre lle­gan­do a casa exhaus­ta y car­ga­da con bol­sas tras un lar­go día. Al abrir la puer­ta se encuen­tra con una esce­na de caos, des­or­den y sucie­dad cau­sa­da por sus hijos y, tras ver eso, deci­de tomar­se un res­pi­ro salien­do al bal­cón a tomar el aire.

Cuan­do regre­sa des­cu­bre un pano­ra­ma total­men­te dis­tin­to en el que los ado­les­cen­tes tra­tan de empa­ti­zar con su pro­ge­ni­to­ra y comien­zan a reco­ger y orde­nar el desas­tre. De esta mane­ra, IKEA se acer­ca a la reali­dad de los hoga­res para demos­trar que sus pro­duc­tos están allí “don­de ocu­rre la vida”.