Heineken o cómo triunfar sin ser el héroe de la historia

Heineken o cómo triunfar sin ser el héroe de la historia

hn6Los movi­mien­tos y cam­bios socia­les que se han vivi­do en los últi­mos años han sido tan pro­fun­dos que las mar­cas han enten­di­do la nece­si­dad de for­mar par­te de ellos y de poner su gra­ni­to de are­na para ayu­dar a estre­char la bre­cha social que exis­te en la actua­li­dad.

No obs­tan­te, y ya que la publi­ci­dad es per­ci­bi­da de mane­ra sos­pe­cho­sa por la audien­cia, es com­pli­ca­do para las mar­cas inten­tan entrar en terre­nos de alta sen­si­bi­li­dad. Encon­trar el equi­li­brio para ser bien aco­gi­dos por el públi­co, pero al mis­mo tiem­po sin dejar de mos­trar mar­ca y pro­duc­to es un enor­me reto, como lo pue­de ates­ti­guar Pep­si, cuyo anun­cio pro­ta­go­ni­za­do por Ken­dall Jen­ner fue un rotun­do fra­ca­so.

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Pero tam­bién hay quien ha teni­do la sufi­cien­te suti­le­za y empa­tía como para enten­der no solo lo que esta­ba pasan­do a su alre­de­dor, sino tam­bién al públi­co, y arries­gar­se y triun­far don­de otros fra­ca­sa­ron. Un ejem­plo de ello es Hei­ne­ken y su cam­pa­ña Open Your World que, a pesar de tener un tras­fon­do social y polí­ti­ca­men­te inten­so, supo tejer un story­te­lling digno de admi­rar en el que es par­te, pero no pro­ta­go­nis­ta de la his­to­ria.

En su lugar, pre­di­ca con el ejem­plo cedien­do el pri­mer plano a los que real­men­te dan sen­ti­do a las mar­cas, a los que las hacen triun­far: los con­su­mi­do­res y mucho más, las per­so­nas.

La inclu­si­vi­dad rei­na en el anun­cio de la mar­ca de cer­ve­za que pre­sen­ta opi­nio­nes y visio­nes tan dis­tin­tas que hace que un gran aba­ni­co de per­so­nas se sien­ta repre­sen­ta­da y escu­cha­da. Invi­ta a sen­tar­se (con una cer­ve­za, por supues­to) y escu­char, dejan­do a un lado los pre­jui­cios y abrién­do­nos a un nue­vo mun­do en el que los pro­ble­mas se pue­den resol­ver gra­cias a la cola­bo­ra­ción.

Hei­ne­ken supo ofre­cer al publi­co una razón para com­prar que va más allá de su pro­duc­to: les dio un moti­vo para creer.