Geomarketing y el éxito del retail

Geomarketing y el éxito del retail

Los con­ti­nuos cam­bios en el sec­tor del retail están obli­gan­do a las mar­cas a estar cons­tan­te­men­te al día en las últi­mas ten­den­cias de los sec­to­res eco­nó­mi­cos y en los cam­bios cons­tan­tes del com­por­ta­mien­to de los usua­rios, lo que con­lle­va, a veces, a trans­for­mar su mode­lo de nego­cio. Por ello, muchas empre­sas están recu­rrien­do al Geo­mar­ke­ting como gran alia­do para desa­rro­llar sus estra­te­gias de expan­sión y aumen­tar su ren­ta­bi­li­dad, pero tam­bién para mejo­rar su efi­cien­cia comer­cial y el ser­vi­cio al clien­te.

Así, el Geo­mar­ke­ting está ganan­do posi­cio­nes en las estra­te­gias comer­cia­les para aumen­tar el trá­fi­co dri­ve to sto­re, a fin de con­se­guir el incre­men­to de las ven­tas en las tien­das físi­cas. En este con­tex­to, cada vez son más las empre­sas que apues­tan por uti­li­zar estas téc­ni­cas por el con­ven­ci­mien­to sobre su alto poten­cial para seg­men­tar públi­cos, cap­tar nue­vos clien­tes, fide­li­zar a los que ya con­fían en la mar­ca o enta­blar diá­lo­gos efi­cien­tes que ter­mi­nen mate­ria­li­zán­do­se en ven­tas.

En este sen­ti­do, una de las herra­mien­tas de Geo­mar­ke­ting que aúna geo­lo­ca­li­za­ción, Big Data e Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial es Geo­me­trix. Ava­la­da por su cali­dad, la uti­li­dad de los datos y la infor­ma­ción pre­ci­sa que pro­por­cio­na ofre­ce coor­de­na­das espa­cio-tem­po­ra­les que per­mi­ten afi­nar mucho más y recon­du­cir con mayor rapi­dez las accio­nes des­ti­na­das a aumen­tar las ven­tas en tien­da físi­ca. Esta fusión de datos, jun­to a la geo­lo­ca­li­za­ción y la ayu­da de la IA, pare­ce ser el mix per­fec­to para que el sec­tor retail con­si­ga sus obje­ti­vos. La razón es sen­ci­lla: se tra­ta de una herra­mien­ta que per­mi­te medir la afluen­cia a los esta­ble­ci­mien­tos físi­cos en cada momen­to y cono­cer el área real de influen­cia, per­mi­tien­do a los depar­ta­men­tos de mar­ke­ting pla­ni­fi­car las accio­nes de micro­mar­ke­ting, on y off, basa­das en el com­por­ta­mien­to del con­su­mi­dor. Ade­más, faci­li­ta rea­li­zar una seg­men­ta­ción, depen­dien­do de la épo­ca del año, del tipo de pro­duc­to o del públi­co al que vaya diri­gi­do, entre otras varian­tes.

El obje­ti­vo es des­cu­brir patro­nes de pro­xi­mi­dad entre clien­tes, pro­vee­do­res y com­pe­ti­do­res en el eco­sis­te­ma del nego­cio, lo que con­si­gue agi­li­zar y sim­pli­fi­car la toma de deci­sio­nes efi­ca­ces gra­cias al aná­li­sis, ges­tión y visua­li­za­ción de los datos con pers­pec­ti­va geo­grá­fi­ca. Nadie duda de que los datos en el mun­do del mar­ke­ting son uno de los ins­tru­men­tos más valio­sos en el sec­tor, por lo cual, con­tar con esta infor­ma­ción tan pre­ci­sa hace que el Geo­mar­ke­ting ofrez­ca estas ven­ta­jas:

  • Seg­men­ta­ción geo­grá­fi­ca del tar­get. Al seg­men­tar el mer­ca­do según su ubi­ca­ción geo­grá­fi­ca, las empre­sas pue­den adap­tar sus men­sa­jes, pro­duc­tos y estra­te­gias de mar­ke­ting a cada uno de ellos.
  • Defi­ni­ción de estra­te­gias de mar­ke­ting geo­lo­ca­li­za­das. En fun­ción de la ubi­ca­ción geo­grá­fi­ca de los con­su­mi­do­res, las mar­cas pue­den enviar men­sa­jes publi­ci­ta­rios per­so­na­li­za­dos y rele­van­tes, así como ofer­tas espe­cia­les, pro­mo­cio­nes o reco­men­da­cio­nes.
  • Aná­li­sis de la red de dis­tri­bu­ción. Opti­mi­zar las rutas de dis­tri­bu­ción y logís­ti­ca de una empre­sa es posi­ble gra­cias al uso de datos geo­grá­fi­cos que faci­li­tan la iden­ti­fi­ca­ción del mejor iti­ne­ra­rio que mini­mi­za cos­tes y maxi­mi­za la efi­cien­cia en la cade­na de sumi­nis­tro en la entre­ga de pedi­dos.
  • Defi­ni­ción de la ubi­ca­ción de nue­vas tien­das físi­cas. Con el estu­dio y el aná­li­sis de los datos pro­por­cio­na­dos gra­cias a las herra­mien­tas de Geo­mar­ke­ting, las com­pa­ñías pue­den cono­cer y selec­cio­nar la mejor ubi­ca­ción para la aper­tu­ra de una nue­va tien­da físi­ca en fun­ción de dón­de se encuen­tre su públi­co.

En defi­ni­ti­va, los datos apor­ta­dos por la Geo­lo­ca­li­za­ción sien­tan las bases para mul­ti­pli­car los esfuer­zos que rea­li­zan las mar­cas en sus estra­te­gias de mar­ke­ting, así como para poten­ciar el aho­rro de cos­tes. Ade­más, el dise­ño de una bue­na bate­ría de accio­nes en este ámbi­to per­mi­ti­rá cono­cer mejor las par­ti­cu­la­ri­da­des de las ven­tas en una zona y adap­tar las estra­te­gias a un públi­co con­cre­to.