Evolución y nuevos retos del sector turístico

Evolución y nuevos retos del sector turístico

tur2En lo que va de siglo el turis­mo ha cam­bia­do de for­mas con­si­de­ra­bles debi­do a fac­to­res tec­no­ló­gi­cos, gene­ra­cio­na­les y socia­les. Estos son algu­nos de los retos a tener en cuen­ta:

  1. Nue­vos mode­los de hos­pe­da­je y tras­la­dos. Duran­te el siglo pasa­do el turis­mo esta­ba sos­te­ni­do, en gran medi­da, por las agen­cias de via­jes. Hoy estas han migra­do al mun­do digi­tal y para com­prar un vue­lo de avión sólo se nece­si­ta un smartpho­ne o compu­tado­ra con cone­xión a Inter­net y una tar­jet a de cré­di­to. A esto se suma el nue­vo mode­lo de trans­por­te y hos­pe­da­je en las ciu­da­des, enca­be­za­do por Uber y Airbnb. Aho­ra las estra­te­gias de mar­ke­ting turís­ti­co deben tomar en cuen­ta estos fac­to­res al ofre­cer cual­quier pro­duc­to y ser­vi­cio a los via­je­ros que no cono­cen los hote­les ni los taxis.
  2. El cam­bio gene­ra­cio­nal. La gene­ra­ción Z ya está entran­do al mer­ca­do labo­ral y pron­to algu­nos de sus seg­men­tos comen­za­rán a via­jar con fines de turis­mo. Hay que tener en cuen­ta que pro­ba­ble­men­te no ten­gan los mis­mos hábi­tos que los millen­nials y habrá que apren­der sobre sus gus­tos.
  3. tur3El turis­mo chino. En 2007, el núme­ro de turis­tas chi­nos que visi­ta­ron Nue­va York esta­ba en el pues­to quin­ce de los paí­ses que fue­ron a la ciu­dad. En 2015 estu­vie­ron en segun­do, sólo detrás de Ingla­te­rra. La can­ti­dad de per­so­nas que salen de Chi­na con fines de turis­mo se ha incre­men­ta­do en los últi­mos años y aho­ra los des­ti­nos turís­ti­cos tie­nen que pen­sar en ser más atrac­ti­vos para los asiá­ti­cos. Ade­más, con­tra­rio a lo que ocu­rre en otras par­tes del mun­do, en Chi­na está cre­cien­do el núme­ro de agen­cias de via­jes.
  4. Terro­ris­mo e inse­gu­ri­dad. Los terro­ris­tas están amplian­do los terri­to­rios en los que ope­ran. Ade­más de la pér­di­da en vidas huma­nas, el terro­ris­mo pro­vo­ca un gran impac­to en la socie­dad, no sólo la aler­ta de vivir con mie­do o más pre­cau­ción, tam­bién hay afec­ta­cio­nes en la eco­no­mía, espe­cial­men­te en el turis­mo, una indus­tria que repre­sen­ta más de mil millo­nes de millo­nes de dóla­res a nivel mun­dial. Uno de los ejem­plos más cla­ros del impac­to del terro­ris­mo es Tur­quía, que tras los ata­ques de los últi­mos meses ha vis­to una reduc­ción del 34,7% en el núme­ro de turis­tas, la caí­da más gran­de en 22 años, según datos de The Tele­graph. Antes de esto, este país esta­ba en el sex­to lugar de ingre­sos por turis­mo a nivel mun­dial detrás de Fran­cia, Esta­dos Uni­dos, Espa­ña, Chi­na e Ita­lia.

Esto es una opor­tu­ni­dad para los paí­ses de Lati­noa­mé­ri­ca, que aun­que viven pro­ble­mas, pue­den con­ver­tir­se en des­ti­nos de moda para el mer­ca­do inter­na­cio­nal.