Esta campaña abre los ojos y los oídos a los a menudo silenciados abusos infantiles

Esta campaña abre los ojos y los oídos a los a menudo silenciados abusos infantiles

Los tabúes que per­sis­ten en Sin­ga­pur en torno a los abu­sos a meno­res pro­vo­can que muchos casos sean tris­te­men­te pasa­dos por alto en el país. Muchos niños tie­nen mie­do de hablar de los abu­sos que sufren, se ame­dren­tan ante las posi­bles con­se­cuen­cias de su denun­cia y pre­fie­ren cul­par­se a sí mis­mos.

En vis­ta de esta alar­man­te reali­dad, San­rakshan, una orga­ni­za­ción ori­gi­na­ria de Sin­ga­pur que tra­ba­ja con niños vul­ne­ra­bles, se ha alia­do con Den­tsu para poner por fin bajo los focos los abu­sos infan­ti­les.

¿Su obje­ti­vo? Crear un entorno 100% segu­ro para los meno­res y ani­mar a los adul­tos a mirar y escu­char con aten­ción lo que estos podrían que­rer trans­mi­tir­les. A fin de comu­ni­car apro­pia­da­men­te esta idea, San­krakshan y Den­tsu con­vir­tie­ron tra­di­cio­na­les anun­cios impre­sos en expe­rien­cias inter­ac­ti­vas. Los anun­cios, per­tre­cha­dos de lema “Solo por­que no lo veas no sig­ni­fi­ca que no esté suce­dien­do”, invi­tan a la gen­te a esca­near­los para reve­lar a tra­vés del telé­fono móvil la tris­te y cru­da reali­dad de la que nadie pare­ce que­rer hablar.

Des­pués de ser con­fron­ta­do con la ver­dad, el espec­ta­dor es con­mi­na­do a rea­li­zar una dona­ción, com­par­tir su pro­pia his­to­ria o bien pro­cu­rar su ayu­da algún niño víc­ti­ma de abu­sos.

El abu­so sexual infan­til exis­te en todas par­tes, en todos los sec­to­res de la socie­dad, las razas y las reli­gio­nes. Todos los paí­ses dis­po­nen de leyes estric­tas para abor­dar este pro­ble­ma. Sin embar­go, la con­cien­cia­ción que des­pier­ta este pro­ble­ma entre el públi­co gene­ral es míni­ma debi­do a la inco­mo­di­dad, la ver­güen­za y la cul­pa que el abu­so infan­til lle­va habi­tual­men­te apa­re­ja­dos. Lo con­si­de­ra­mos un tema tabú. Es hora de que­bran­tar el silen­cio y hacer por fin algo al res­pec­to”, sub­ra­ya Vani Kha­re, fun­da­do­ra de San­rakshan.