Tele­piz­za ha lan­za­do la segun­da entre­ga de la ini­cia­ti­va Humor a Domi­ci­lio, que rea­li­za jun­to a la pro­duc­to­ra El Terrat. El obje­ti­vo de la acción es lle­var has­ta la casa de los clien­tes de la fir­ma a dife­ren­tes cómi­cos espa­ño­les para ofre­cer de sor­pre­sa un monó­lo­go per­so­na­li­za­do a un gru­po de ami­gos. En la pri­me­ra edi­ción, Sara Escu­de­ro fue la encar­ga­da de hacer reír a un gru­po de estu­dian­tes de medi­ci­na y, para la segun­da, hizo su apa­ri­ción en esce­na el humo­ris­ta Ernes­to Sevi­lla.

Esta acción se enmar­ca den­tro de la estra­te­gia de Tele­piz­za a favor de nue­vas dis­ci­pli­nas en el ámbi­to de la comu­ni­dad y la publi­ci­dad como el bran­ded con­tent. El pasa­do mes de agos­to, la com­pa­ñía entró a for­mar par­te de BCMA, aso­cia­ción sin áni­mo de lucro abier­ta a la par­ti­ci­pa­ción de todo tipo de empre­sas impli­ca­das en la cade­na de valor del bran­ded con­tent y cuyo obje­ti­vo es el desa­rro­llo de este mer­ca­do en Espa­ña para comu­ni­car efi­caz­men­te los men­sa­jes de las mar­cas a sus con­su­mi­do­res.

Miguel Jus­tri­bó, el máxi­mo res­pon­sa­ble de comu­ni­ca­ción de Tele­piz­za, ha seña­la­do que esta acción “supo­ne el pro­yec­to de bran­ded con­tent más ambi­cio­so que hemos desa­rro­lla­do has­ta aho­ra”, apun­tan­do que su mar­ca entien­de “que la comu­ni­ca­ción publi­ci­ta­ria debe uti­li­zar­se para esta­ble­cer rela­cio­nes efi­ca­ces y no intru­si­vas con nues­tra audien­cia, ofre­cién­do­les con­te­ni­dos úti­les y de valor con los que pue­dan iden­ti­fi­car­se a nivel emo­cio­nal, esta­ble­cien­do así un diá­lo­go mutuo”.

En la segun­da entre­ga de Humor a Domi­ci­lio, Ernes­to Sevi­lla sor­pren­de­rá a un gru­po de ami­gas des­pués de que una de ellas resul­ta­ra gana­do­ra del con­cur­so que la com­pa­ñía lan­zó en sus redes socia­les a fina­les del mes de mar­zo. Para su monó­lo­go, el cómi­co acu­dió a varias anéc­do­tas del gru­po de ami­gas y bro­meó sobre la dife­ren­cias entre aque­llas que man­tie­nen una rela­ción sen­ti­men­tal y las que dis­fru­tan de la sol­te­ría.