En 2030 dominarán tres tipos de consumidores

En 2030 dominarán tres tipos de consumidores

Aun­que actual­men­te el sec­tor del mar­ke­ting tie­ne cifra­das todas sus espe­ran­zas en los millen­nials, de cara a los pró­xi­mos años se ave­ci­nan pro­fun­dos cam­bios demo­grá­fi­cos en la socie­dad, lo que afec­ta­rá pro­fun­da­men­te al sec­tor por­que obli­ga­rá a cam­biar de obje­ti­vos y estra­te­gias.

terceraSegún inves­ti­ga­cio­nes de la con­sul­to­ra McKin­sey Glo­bal Ins­ti­tu­te, estos serán los tres gru­pos de con­su­mi­do­res que atrae­rán al mer­ca­do mun­dial en el trans­cur­so de los pró­xi­mos 15 años:

  • Los con­su­mi­do­res de más de 60 años de Esta­dos Uni­dos, Euro­pa Occi­den­tal y el Nores­te de Asia. En 2030 los con­su­mi­do­res mayo­res de 60 años aca­pa­ra­rán sólo en Euro­pa Occi­den­tal y en el Nores­te de Asia el cre­ci­mien­to del con­su­mo en áreas urba­nas. Y sus hábi­tos de con­su­mo no se limi­ta­rán úni­ca y exclu­si­va­men­te a pro­duc­tos y ser­vi­cios de la cate­go­ría “health­ca­re”, sino que se exten­de­rán tam­bién a otras muchos intere­ses. De acuer­do con cifras mane­ja­das por McKin­sey, los con­su­mi­do­res mayo­res de 60 años con­tri­bui­rán en el futu­ro a más del 40% del cre­ci­mien­to del con­su­mo en áreas como la vivien­da, el trans­por­te y el entre­te­ni­mien­to.
  • Los con­su­mi­do­res chi­nos de entre 15 y 59 años. El con­su­mo per cápi­ta de este gru­po demo­grá­fi­co se dupli­ca­rá en el trans­cur­so de los pró­xi­mos 15 años. Y en 2030 pue­den lle­gar a con­tro­lar el 12% del con­su­mo en áreas urba­nas en todo el mun­do. McKin­sey tie­ne el pleno con­ven­ci­mien­to de que estos con­su­mi­do­res son los suce­so­res natu­ra­les de los “baby boo­mers” de Occi­den­te.
  • Los con­su­mi­do­res en edad labo­ral oriun­dos de Nor­te­amé­ri­ca. Aun­que el gas­to per cápi­ta de este gru­po demo­grá­fi­co cre­ce­rá modes­ta­men­te, la cre­cien­te des­igual­dad y los cam­bios en el poder adqui­si­ti­vo obli­ga­rán a las mar­cas a esfor­zar­se aún más en conec­tar con la cla­se tra­ba­ja­do­ra y a hacer­lo echan­do mano de tác­ti­cas de “pri­cing” de lo más vario­pin­tas.