El sector retail en Reino Unido será de los más afectados cuando concluya el proceso del Brexit si no se logra un acuerdo para el incremento de precios en las tiendas británicas.
Así lo advierte The British Retail Consortium (BRC), organismo que engloba a las principales organizaciones comerciales británicas, al señalar que regresar a los estándares de la Organización Mundial de Comercio (OMC) podría representar un incremento de precios en sectores como el de vestido y calzado de hasta el 16% y en cárnico de hasta el 27%.
Según informan medios británicos como la BBC y Sky News, además se podrían incrementar el costo de las importaciones de algunos productos, como el cordero proveniente principalmente de Nueva Zelanda, sujetas a regulaciones de la Unión Europea. Otro caso sería un incremento del 14% en los costos para los importadores de vino chileno, entre otros.
El BRC advierte que estos son sólo algunos ejemplos de situaciones que enfrentarán los retailers británicos que, al ver el incremento en costos de la importación de productos, podrían verse en dificultades de absorber esos precios más altos.
Uno de los principales argumentos es la devaluación de la Libra, que tras el referéndum ha empezado a perder valor frente al euro y al dólar, llegando a mínimos en los últimos cinco y treinta años, respectivamente.
Esta situación indudablemente importaría al consumidor, sin mencionar lo que ya refiere el organismo británico. Los retailers enfrentarían dificultades para sostener precios, esto exigiría implementar estrategias de marketing y publicidad con la finalidad de mantener un sentimiento positivo entre los británicos y no reducir el consumo.
La decisión de salir de la Unión Europea tomada por lo británicos durante el referéndum celebrado en junio pasado tardará un tiempo en materializarse; sin embargo, diversos sectores ya analizan los posibles impactos, uno de ellos es el sector financiero.
De acuerdo con un informe la consultora Oliver Wyman, a las entidades financieras británicas podría costarle hasta 20.000 millones de libras (22.664 millones de euros), si es que las condiciones de esta separación no son problemáticas.
El resultado es de claroscuros, porque si bien muchas marcas saldrán perjudicadas (algunas ya lo señalan así: Barclays, RBS, Easyjet, British Airways, las firmas de moda M&S y Ted Baker y Sainsbury’s, entre otras), hay otras que podrían beneficiarse (hoteles Premier Inn y Travelodge, los retailers Pundland, Lidl y Aldi y firmas de lujo Burberry, Louis Vuitton y Jaguar). Al final, el consumidor es quien resentirá esto en su bolsillo.