El New York Times reinventa su estrategia digital: de las noticias a los videojuegos casuales

El New York Times reinventa su estrategia digital: de las noticias a los videojuegos casuales
El New York Times, cono­ci­do en el mun­do por su cober­tu­ra perio­dís­ti­ca de alto nivel, ha sor­pren­di­do al mun­do digi­tal con una estra­te­gia que sale de los lími­tes de las noti­cias: los video­jue­gos. Lo que comen­zó como un expe­ri­men­to con la adqui­si­ción del popu­lar jue­go “Word­le” en 2022, se ha con­ver­ti­do en una apues­ta inno­va­do­ra por con­ver­tir su pla­ta­for­ma en un eco­sis­te­ma de entre­te­ni­mien­to inter­ac­ti­vo. El res­sul­ta­do es que el dia­rio no solo infor­ma, sino que tam­bién entre­tie­ne a millo­nes de usua­rios con jue­gos como “Zor­se”.

El ines­pe­ra­do rol del New York Times como pla­ta­for­ma de jue­gos

Hace unos años, la idea de que el New York Times se con­vir­tie­ra en una publi­ca­ción impor­tan­te sobre jue­gos casua­les pare­cía una qui­me­ra. Pero la lle­ga­da de “Wadd­le” mar­có un pun­to de infle­xión. El jue­go, que requie­re que los juga­do­res adi­vi­nen pala­bras en seis inten­tos, se ha con­ver­ti­do en un fenó­meno gene­ra­li­za­do al que se unen millo­nes de juga­do­res cada día. Por lo tan­to, el éxi­to del jue­go no es solo una coin­ci­den­cia, sino el comien­zo de una estra­te­gia bien pla­ni­fi­ca­da para man­te­ner su base de clien­tes en el com­pe­ti­ti­vo mun­do digi­tal.

En lugar de depen­der úni­ca­men­te de artícu­los y repor­ta­jes, hemos enten­di­do que el con­te­ni­do expe­rien­cial, aquel que los usua­rios pue­den vivir e inter­ac­tuar, es una herra­mien­ta pode­ro­sa para la reten­ción de usua­rios”, com­par­tió un por­ta­voz del New York Times. Esta pers­pec­ti­va ha lle­va­do al medio a expan­dir su sec­ción de jue­gos, que aho­ra inclu­ye títu­los como “Zor­se”, un jue­go que desa­fía a los usua­rios a com­bi­nar pala­bras para for­mar tér­mi­nos híbri­dos.

“Zor­se” y la evo­lu­ción de los medios

“Zor­se” no es un video­jue­go en el sen­ti­do tra­di­cio­nal, pero su sim­pli­ci­dad y faci­li­dad de uso lo han con­ver­ti­do en uno de los favo­ri­tos entre el per­so­nal del NYT. La idea es sim­ple: com­bi­nar pala­bras para crear una pala­bra híbri­da, como “zor­se” (una com­bi­na­ción de “cebra” y “caba­llo”). Aun­que sim­ple, el jue­go desa­fía la lógi­ca y la crea­ti­vi­dad, man­te­nien­do a los juga­do­res engan­cha­dos.

Este enfo­que lide­ra una ten­den­cia más amplia en la indus­tria de los medios: la tran­si­ción del con­te­ni­do pura­men­te infor­ma­ti­vo al con­te­ni­do expe­rien­cial. “Ya no se tra­ta solo de leer noti­cias; aho­ra, las per­so­nas quie­ren inter­ac­tuar, par­ti­ci­par y expe­ri­men­tar”, enfa­ti­zó el por­ta­voz del NYT. De esta mane­ra se incre­men­ta el tiem­po que los usua­rios pasan en la pla­ta­for­ma, for­ta­le­cien­do la rela­ción entre el medio y su audien­cia.

El futu­ro de los medios tra­di­cio­na­les: ¿mode­lo híbri­do?

El éxi­to del New York Times plan­tea una pre­gun­ta cru­cial: ¿es este el futu­ro de los medios tra­di­cio­na­les? Según exper­tos en medios digi­ta­les, la res­pues­ta es un sí rotun­do. “El mode­lo del NYT es un ejem­plo per­fec­to de cómo los medios pue­den adap­tar­se a los nue­vos hábi­tos digi­ta­les. Los jue­gos no son solo una dis­trac­ción: son una for­ma de crear hábi­tos y fide­li­zar a los usua­rios”, afir­mó un ana­lis­ta de la indus­tria.

De hecho, ya hemos vis­to ejem­plos de publi­ca­cio­nes que han inte­gra­do peque­ños quiz­zes y acer­ti­jos en sus pla­ta­for­mas. Sin embar­go, el New York Times ha lle­va­do esta idea a un nivel supe­rior, con­vir­tien­do su sec­ción de entre­te­ni­mien­to en un pilar cen­tral de su estra­te­gia digi­tal.

El enga­ge­ment como métri­ca cla­ve

His­tó­ri­ca­men­te, las pla­ta­for­mas de redes socia­les han medi­do su éxi­to en fun­ción del trá­fi­co que gene­ran sus publi­ca­cio­nes. Sin embar­go, el enfo­que del New York Times refle­ja un cam­bio de para­dig­ma: la acción impor­ta más que el trá­fi­co. “Los jue­gos que hacen que los usua­rios regre­sen día tras día crean una cul­tu­ra dura­de­ra den­tro del eco­sis­te­ma del Times”, dijo el por­ta­voz.

Este enfo­que no solo bene­fi­cia al medio, sino tam­bién a los anun­cian­tes. Un usua­rio que pasa más tiem­po en la pla­ta­for­ma es más valio­so, ya que está más expues­to a publi­ci­dad y es más pro­ba­ble que se sus­cri­ba a ser­vi­cios pre­mium. En este sen­ti­do, los jue­gos son, ade­más de una herra­mien­ta de entre­te­ni­mien­to, tam­bién un motor de cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co.

¿Qué sigue para el New York Times y los medios tra­di­cio­na­les?

El futu­ro de los medios tra­di­cio­na­les siem­pre pue­de cam­biar, pero lo que es segu­ro es que el New York Times ha dado un paso ade­lan­te en la explo­ra­ción de nue­vos for­ma­tos para conec­tar con su audien­cia. “Lo que esta­mos hacien­do con nues­tros jue­gos es más que un sim­ple inten­to por atraer audien­cia: es una señal cla­ra de cómo los medios de comu­ni­ca­ción están evo­lu­cio­nan­do”, decla­ró el por­ta­voz.

Si el mode­lo del NYT con­ti­núa con su bue­na racha, es pro­ba­ble que otros medios inten­ten repli­car­lo. La fron­te­ra entre el perio­dis­mo y el entre­te­ni­mien­to se vol­ve­rá cada vez más difu­sa, y los usua­rios podrían espe­rar ver más jue­gos, quiz­zes y expe­rien­cias inter­ac­ti­vas en las pla­ta­for­mas de noti­cias.

En defi­ni­ti­va, el New York Times ha demos­tra­do que, en la era digi­tal, la inno­va­ción es el quid para des­ta­car. Y, en este caso, la inno­va­ción vie­ne en for­ma de jue­gos que for­ta­le­cen la rela­ción entre el medio y su audien­cia.