Las empre­sas saben que el tener éxi­to entre los millen­nials es vital para cre­cer, pues abar­can apro­xi­ma­da­men­te 83 millo­nes de con­su­mi­do­res, pero exis­te un tar­get poten­cial, en el cual ya están pen­san­do, lla­ma­do la gene­ra­ción Alfa; pero, ¿quié­nes son ellos? La gene­ra­ción Alfa son aque­llos niños naci­dos des­de 2010, toda­vía no cuen­tan con un his­to­rial de cré­di­to, pero están influ­yen­do en el com­por­ta­mien­tos de gas­to de sus padres, los millen­nials.

Por lo ante­rior, muchas cor­po­ra­cio­nes ya están pen­san­do en un plan de mar­ke­ting para esta nue­va gene­ra­ción, basa­da en los mis­mos com­por­ta­mien­tos, acti­tu­des y creen­cias que sus padres. Actual­men­te, hay más de 22 millo­nes de padres millen­nials, están tenien­do cer­ca de 9.000 bebés alfa cada año, crean­do incons­cien­te­men­te una nue­va área de opor­tu­ni­dad en el mer­ca­do.

Goo­gle ha con­si­de­ra­do que tan­to la gene­ra­ción Z como la Alfa se incli­nan mayor­men­te por la comu­ni­ca­ción visual y con­trol de voz en vez de teclear y tex­tear des­de sus telé­fo­nos, compu­tado­ras o tablets.

Si tu inten­ción es crear mar­ke­ting para estos niños que pró­xi­ma­men­te serán los jóve­nes que te harán des­pun­tar en el mer­ca­do, debes saber que están más abier­tos a la reali­dad aumen­ta­da pues cons­tan­te­men­te son inun­da­dos de anun­cios digi­ta­les y con el paso del tiem­po serán los jue­ces de los pro­duc­tos o ser­vi­cios que inten­tes ven­der. El 81% de los padres con hijos de 5 años dicen que sus reto­ños ven vídeos o jue­gan en un dis­po­si­ti­vo elec­tró­ni­co dia­ria­men­te.

Para los padres millen­nials, dar vida a la gene­ra­ción Alfa es una de las satis­fac­cio­nes más gran­des que han teni­do, pues algu­nos creen que será su úni­ca apor­ta­ción al mun­do. Por lo regu­lar, no expan­den su fami­lia a tan­tos miem­bros y crían hijos úni­cos, por lo que tie­nen más pro­ba­bi­li­dad de cre­cer sien­do egoís­tas y espe­ran­do satis­fac­ción ins­tan­tá­nea.

Los miem­bros de la gene­ra­ción Alfa son el úni­co ele­men­to al que sus padres pres­tan aten­ción, así que es una de las fuen­tes más con­fia­bles en la inves­ti­ga­ción de mer­ca­do. Las pro­ba­bi­li­da­des de que crez­can sobre­pro­te­gi­dos son altas, se pro­nos­ti­ca que será la gene­ra­ción con más bie­nes mate­ria­les y que entien­de a la per­fec­ción la tec­no­lo­gía que exis­te has­ta aho­ra.