El papel del con­su­mi­dor en el mer­ca­do es cla­ve y dar­le el peso ade­cua­do se con­vier­te en una opor­tu­ni­dad para las mar­cas que logran enten­der que el enfo­que en el con­su­mi­dor es deter­mi­nan­te para que la inver­sión en mer­ca­do­tec­nia gene­re resul­ta­dos.

Para José Alfre­do Man­zur, con­sul­tor en mer­ca­do­tec­nia, es nece­sa­rio dotar de impor­tan­cia a la mar­ca ante un con­su­mi­dor que no está intere­sa­do en ella. Entre las solu­cio­nes que se plan­tean has­ta aho­ra se encuen­tra el human mar­ke­ting, don­de el cen­tro no es la mar­ca, sino eje­cu­tar estra­te­gias para un humano, enten­di­do como uno que tie­ne un cere­bro divi­di­do en racio­nal y crea­ti­vo.

Man­zur par­ti­ci­pó en la con­fe­ren­cia Mar­ke­ting utó­pi­co: El sue­ño del mun­do, duran­te el Con­gre­so Nacio­nal de Mar­ke­ting Digi­tal, don­de reco­no­ció que “lo que pesa es la inter­ac­ción cer­ca­na, siem­pre que el con­su­mi­dor esté en el cen­tro de la estra­te­gia”.

Duran­te su con­fe­ren­cia defi­nió una estra­te­gia de human mar­ke­ting con tres pun­tos que la inte­gran:

• Con­tar una his­to­ria
• Dise­ño
• Poner al humano en el cen­tro para des­cu­brir que en vez de tener cla­ses por mate­rias, como ocu­rre en el sis­te­ma edu­ca­ti­vo de Fin­lan­dia, se esco­ja un tema sobre el que se desa­rro­llan los demás