El creador de Pac-Man, Toru Iwatani, Premio Leyenda Gamelab 2015

Game­lab, el con­gre­so inter­na­cio­nal del video­jue­go y el ocio inter­ac­ti­vo, otor­ga este año su Pre­mio Leyen­da al crea­dor de Pac-Man (el popu­lar come­co­cos), Toru Iwa­ta­ni, por su apor­ta­ción a la his­to­ria del entre­te­ni­mien­to y en reco­no­ci­mien­to a toda su tra­yec­to­ria. Pac-Man, el títu­lo que desa­rro­lló en 1980, es uno de los jue­gos más exi­to­sos de todos los tiem­pos y sus nume­ro­sas inno­va­cio­nes die­ron for­ma al mun­do del ocio elec­tró­ni­co, que no se pue­de enten­der hoy en día sin su influen­cia. Nume­ro­sas ins­ti­tu­cio­nes de pres­ti­gio han reco­no­ci­do su peso en la cul­tu­ra con­tem­po­rá­nea, como el MoMA de Nue­va York, que lo inclu­yó como uno de los pri­me­ros video­jue­gos de su colec­ción per­ma­nen­te.

Iwatani)Toru Iwa­ta­ni es mucho más que un dise­ña­dor de video­jue­gos: es el crea­dor de uno de los íco­nos más impor­tan­tes de la cul­tu­ra popu­lar de nues­tra épo­ca”, ase­gu­ra Iván Fer­nán­dez Lobo, direc­tor de Game­lab. Iwa­ta­ni se une a una lar­ga serie de nom­bres de pres­ti­gio pre­mia­dos por Game­lab. El japo­nés Yu Suzu­ki, autor de Shen­mue; el bri­tá­ni­co Peter Moly­neux, dise­ña­dor de Popu­lous o Fable; el esta­dou­ni­den­se Mark Cerny, dise­ña­dor de la PS4; e Hiro­no­bu Saka­gu­chi, crea­dor de la saga Final Fan­tasy son algu­nos de los mitos de la his­to­ria del video­jue­go que han reci­bi­do el Pre­mio Leyen­da.

Ade­más de ser un desa­rro­lla­dor cla­ve para la his­to­ria del video­jue­go, Toru Iwa­ta­ni es tam­bién un pio­ne­ro de la for­ma­ción uni­ver­si­ta­ria espe­cia­li­za­da en video­jue­gos en Japón. Por ello, el pro­fe­sor Iwa­ta­ni par­ti­ci­pa­rá en Game­lab en una mesa redon­da con des­ta­ca­dos repre­sen­tan­tes de la indus­tria y del mun­do aca­dé­mi­co sobre for­ma­ción en el ámbi­to de los video­jue­gos (un área de estu­dio cada vez más impor­tan­te en Espa­ña que se ha con­ver­ti­do en pie­za cla­ve del desa­rro­llo del sec­tor y en un impor­tan­te atrac­ti­vo para las inver­sio­nes extran­je­ras, espe­cial­men­te en Bar­ce­lo­na).

El Pre­mio Leyen­da de Game­lab está patro­ci­na­do por la Esco­la de Noves Tec­no­lo­gies Inter­ac­ti­ves ENTI-UB, cen­tro ads­cri­to a la Uni­ver­si­dad de Bar­ce­lo­na, líder en la for­ma­ción espe­cia­li­za­da de video­jue­gos en Espa­ña. El direc­tor aca­dé­mi­co de ENTI-UB, Óscar Gar­cía, apun­ta a la impor­tan­cia de Iwa­ta­ni como un ejem­plo a seguir para cual­quier estu­dian­te de desa­rro­llo de video­jue­gos. “La for­ma­ción en video­jue­gos requie­re de refe­ren­tes”, ase­gu­ra Gar­cía, “no sólo en lo que res­pec­ta a no repe­tir erro­res del pasa­do, sino tam­bién por recu­pe­rar mecá­ni­cas de jue­go que, sus­ten­ta­das sobre las bases de la psi­co­lo­gía, pode­mos seguir apro­ve­chan­do inde­pen­dien­te­men­te de la pla­ta­for­ma tec­no­ló­gi­ca final. Pac-Man y su juga­bi­li­dad son un ejem­plo a seguir impres­cin­di­ble, tam­bién en mate­ria artís­ti­ca”.

Toru Iwa­ta­ni, el padre de un ícono cul­tu­ral

pacman wpIwa­ta­ni (Tokio, 1950) que­ría desa­rro­llar un jue­go sin vio­len­cia y con una mas­co­ta sim­pá­ti­ca, que sir­vie­ra para atraer a toda cla­se de audien­cias a los salo­nes arca­de y abrir el mun­do del video­jue­go al públi­co feme­nino y fami­liar. Cuen­tan que la idea para Pac-Man se le ocu­rrió comien­do piz­za: al reti­rar la pri­me­ra por­ción, la for­ma resul­tan­te le recor­dó a la cari­ca­tu­ra de un ros­tro humano y al kan­ji (ideo­gra­ma) japo­nés que sig­ni­fi­ca “boca”. Su nom­bre, Pac-Man, es una deri­va­ción de la ono­ma­to­pe­ya nipo­na paku paku, que repre­sen­ta el rui­do al mas­ti­car.

Toru Iwa­ta­ni empe­zó a tra­ba­jar como desa­rro­lla­dor de Nam­co en 1977. Sal­tó a la fama en el mun­do del video­jue­go tres años des­pués por crear Pac-Man, que fue un éxi­to casi ins­tan­tá­neo: en sólo un año y medio se ven­die­ron más de 350.000 máqui­nas de arca­de con el jue­go, lo que supu­so unas ganan­cias de 2.400 millo­nes de dóla­res. La orga­ni­za­ción Twin Gala­xies lo con­si­de­ró a fina­les del siglo XX el jue­go más ren­ta­ble de todos los tiem­pos; el libro Gui­ness de los Récords lo reco­no­ció como la máqui­na arca­de más exi­to­sa jamás crea­da.

El ícono del clá­si­co “come­co­cos” sigue con tan­ta fuer­za y vigen­cia cul­tu­ral como antes, como demues­tra el pró­xi­mo estreno de la pelí­cu­la Pixels, en la que no sólo apa­re­ce­rá Pac-Man, sino el pro­pio Toru Iwa­ta­ni inter­pre­ta­do por el actor Denis Aki­ya­ma. Pac-Man está con­si­de­ra­do uno de los jue­gos más influ­yen­tes de todos los tiem­pos por su carác­ter inno­va­dor para su épo­ca; los exper­tos ase­gu­ran que inclu­so en jue­gos tan apa­ren­te­men­te dis­tin­tos como GTA de Rocks­tar se pue­de ver la influen­cia de Pac-Man. Iwa­ta­ni pro­du­jo has­ta cin­cuen­ta jue­gos más en Nam­co, como Rid­ge Racer y Time Cri­sis; en los años 90 pasó a for­mar par­te de la admi­nis­tra­ción de Nam­co has­ta su reti­ra­da en 2007 para dedi­car­se a la ense­ñan­za. Actual­men­te es pro­fe­sor de la Uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de Tokio, así como direc­tor de la Aso­cia­ción de Inves­ti­ga­ción de Jue­gos Digi­ta­les de Japón, una divi­sión de Nam­co Ban­dai Games. Ha escri­to el libro Una intro­duc­ción a los jue­gos de Pac-Man, edi­ta­do por Enter Brain.