Sor­pren­dien­do a todos, la indus­tria de la inte­li­gen­cia arti­fi­cial ha vis­to lle­gar al nue­vo pro­ta­go­nis­ta tec­no­ló­gi­co: Deep­Seek, un mode­lo de len­gua­je desa­rro­lla­do por una star­tup chi­na que, con una inver­sión bas­tan­te baja, ha empe­za­do a com­pe­tir con gigan­tes como Ope­nAI y Meta.

Deep­Seek fue fun­da­da en 2023 en Hangzhou, Chi­na, por el empre­sa­rio Liang Wen­feng, quien ante­rior­men­te lide­ró un exi­to­so fon­do de inver­sión. Su obje­ti­vo ha sido cla­ro des­de el ini­cio: desa­rro­llar mode­los de IA acce­si­bles, efi­cien­tes y de alto ren­di­mien­to. Su más recien­te crea­ción, Deep­Seek-V3, ha demos­tra­do un ren­di­mien­to muy bueno en diver­sas prue­bas de razo­na­mien­to lógi­co, mate­má­ti­cas y pro­gra­ma­ción, lo que lo posi­cio­na como un fuer­te com­pe­ti­dor fren­te a mode­los como GPT-4^o de Ope­nAI y Lla­ma 3.1 de Meta.

Qui­zás lo más lla­ma­ti­vo de Deep­Seek es que su poten­cia es inver­sa­men­te pro­por­cio­nal al mon­to de dine­ro que ha reque­ri­do, ya que, a dife­ren­cia de las gran­des cor­po­ra­cio­nes tec­no­ló­gi­cas que invier­ten cien­tos de millo­nes de dóla­res en mode­los de IA, Deep­Seek ha logra­do cons­truir su sis­te­ma con una inver­sión de 5,576 millo­nes de dóla­res, una frac­ción del cos­to de sus com­pe­ti­do­res. Ade­más de ello, ha uti­li­za­do hard­wa­re de gama media y téc­ni­cas de opti­mi­za­ción avan­za­da que han redu­ci­do cos­tos sin sacri­fi­car cali­dad.

Un mode­lo tan efi­cien­te como acce­si­ble

Uno de los fac­to­res esen­cia­les que apun­ta­lan el éxi­to de Deep­Seek es su efi­cien­cia. Según datos de la empre­sa, el mode­lo fue entre­na­do uti­li­zan­do solo 2.000 chips de Nvi­dia H800, una can­ti­dad muy peque­ña en com­pa­ra­ción con las dece­nas de miles de chips avan­za­dos que requie­ren los mode­los de Ope­nAI o Goo­gle. Esto ha con­ver­ti­do a Deep­Seek en una IA ener­gé­ti­ca­men­te muy efi­cien­te y suma­men­te acce­si­ble para empre­sas con pre­su­pues­tos limi­ta­dos.

Otra dife­ren­cia impor­tan­te con sus com­pe­ti­do­res es que Deep­Seek-V3 es de códi­go abier­to. Esto sig­ni­fi­ca que cual­quier inves­ti­ga­dor o desa­rro­lla­dor pue­de acce­der al mode­lo, modi­fi­car­lo y per­so­na­li­zar­lo según sus nece­si­da­des sin res­tric­cio­nes. Esta estra­te­gia sub­vier­te el mode­lo de nego­cio tra­di­cio­nal de las gran­des empre­sas de IA, que por nor­ma desa­rro­llan tec­no­lo­gías cerra­das y con altos cos­tos de acce­so.

Esta deci­sión de apos­tar por el códi­go abier­to ha sido aplau­di­da por exper­tos del sec­tor. Por ejem­plo, Yann LeCun, jefe de inves­ti­ga­ción en IA de Meta, des­ta­có que Deep­Seek ha sabi­do bene­fi­ciar­se del tra­ba­jo cola­bo­ra­ti­vo y abier­to de la comu­ni­dad de desa­rro­lla­do­res, lo que ha sido deter­mi­nan­te para su rápi­do cre­ci­mien­to.

Reac­ción de la indus­tria y el mer­ca­do

El lan­za­mien­to de Deep­Seek, ade­más de haber gene­ra­do revue­lo en la comu­ni­dad tec­no­ló­gi­ca, ha teni­do tam­bién un impac­to inme­dia­to en los mer­ca­dos finan­cie­ros. Empre­sas como Nvi­dia, Micro­soft y ASML han regis­tra­do caí­das en sus accio­nes, fiel refle­jo de la preo­cu­pa­ción de los inver­so­res ante la pre­sen­cia de un nue­vo com­pe­ti­dor en el sec­tor de la IA.

Has­ta el lan­za­mien­to de Deep­Seek, los ele­va­dos cos­tos de desa­rro­llo habían limi­ta­do la can­ti­dad de acto­res en la indus­tria de la inte­li­gen­cia arti­fi­cial avan­za­da. Empre­sas como Ope­nAI y Goo­gle domi­na­ban el mer­ca­do gra­cias a la ven­ta­ja com­pe­ti­ti­va de con­tar con acce­so pri­vi­le­gia­do a finan­cia­mien­to e infra­es­truc­tu­ra. Sin embar­go, Deep­Seek ha demos­tra­do que es posi­ble desa­rro­llar mode­los de alto ren­di­mien­to con un pre­su­pues­to muchí­si­mo menor, lo que podría abrir la puer­ta a nue­vas star­tups y empre­sas emer­gen­tes que quie­ran for­mar par­te del sec­tor.

Esta demo­cra­ti­za­ción de la IA ha pues­to sobre la mesa la posi­bi­li­dad de cam­biar las reglas del jue­go, per­mi­tien­do que más acto­res par­ti­ci­pen en el desa­rro­llo de mode­los avan­za­dos sin depen­der de gran­des inver­sio­nes.

La cen­su­ra: el gran desa­fío éti­co de Deep­Seek

A pesar de su impac­to posi­ti­vo en la acce­si­bi­li­dad y efi­cien­cia de la IA, Deep­Seek enfren­ta tam­bién impor­tan­tes crí­ti­cas debi­do a la cen­su­ra impues­ta que trae en su mode­lo. Suce­de que, debi­do a las estric­tas regu­la­cio­nes del gobierno chino, el sis­te­ma evi­ta res­pon­der pre­gun­tas sobre temas polí­ti­ca­men­te sen­si­bles, como la figu­ra del pre­si­den­te Xi Jin­ping o even­tos his­tó­ri­cos como la masa­cre de Tia­nan­men.

Cuan­do se le pre­gun­ta sobre estos temas, Deep­Seek res­pon­de con fra­ses como “Lo sien­to, eso está fue­ra de mi alcan­ce actual. Hable­mos de otra cosa.”. Esto ha gene­ra­do preo­cu­pa­cio­nes sobre su poten­cial uso como herra­mien­ta de pro­pa­gan­da y con­trol de infor­ma­ción.

El deba­te abier­to por la cen­su­ra en Deep­Seek tam­bién se extien­de a la posi­bi­li­dad de que otras empre­sas o gobier­nos adop­ten estra­te­gias simi­la­res. Espe­cia­lis­tas advier­ten que si este mode­lo tie­ne éxi­to a nivel glo­bal, podría nor­ma­li­zar­se la cen­su­ra en las IA de otras com­pa­ñías, res­trin­gien­do la liber­tad de expre­sión en base a intere­ses polí­ti­cos o comer­cia­les.

El éxi­to de la IA gra­tui­ta

La prin­ci­pal razón de que Deep­Seek haya logra­do una rápi­da adop­ción es su acce­so gra­tui­to. A dife­ren­cia de mode­los como GPT-4^o de Ope­nAI, que requie­re una sus­crip­ción men­sual para acce­der a sus fun­cio­nes avan­za­das, Deep­Seek-V3 está dis­po­ni­ble sin cos­to tan­to en su ver­sión web como en apli­ca­cio­nes móvi­les para iOS y Andro­id.

Esta estra­te­gia ha impul­sa­do su popu­la­ri­dad, logran­do que su apli­ca­ción se con­vir­tie­ra en la núme­ro uno en des­car­gas en la App Sto­re de Apple en pocos días.

Los pri­me­ros comen­ta­rios de los usua­rios des­ta­can su ren­di­mien­to en pro­gra­ma­ción, reso­lu­ción de pro­ble­mas mate­má­ti­cos y tareas de lógi­ca, lo que lo con­vier­te en una herra­mien­ta atrac­ti­va para estu­dian­tes, inves­ti­ga­do­res y pro­fe­sio­na­les de la tec­no­lo­gía.

Una nue­va pers­pec­ti­va para la inte­li­gen­cia arti­fi­cial

Deep­Seek ha logra­do desa­fiar a los gigan­tes de la inte­li­gen­cia arti­fi­cial con una estra­te­gia basa­da en efi­cien­cia, códi­go abier­to y acce­si­bi­li­dad. En con­se­cuen­cia, su éxi­to obli­ga a empre­sas como Ope­nAI y Goo­gle a replan­tear­se su enfo­que y adap­tar­se a un mer­ca­do don­de la inno­va­ción ya no depen­de solo de gran­des inver­sio­nes.

Sin embar­go, como ya se ha men­cio­na­do, el mode­lo enfren­ta desa­fíos éti­cos impor­tan­tes, espe­cial­men­te en lo que res­pec­ta a la cen­su­ra y el con­trol de infor­ma­ción. La gran pre­gun­ta aho­ra es si otras empre­sas y gobier­nos adop­ta­rán estra­te­gias simi­la­res, afec­tan­do el poten­cial de la IA como herra­mien­ta de cono­ci­mien­to libre.

Lo que es indu­da­ble es que Deep­Seek ha cam­bia­do las reglas del jue­go y ha comen­za­do un nue­vo capí­tu­lo en la evo­lu­ción de la inte­li­gen­cia arti­fi­cial. Su impac­to en el sec­tor ape­nas comien­za, y el mun­do tec­no­ló­gi­co esta­rá aten­to a los pró­xi­mos movi­mien­tos de esta dis­rup­ti­va star­tup chi­na.