En un ecosistema digital saturado de información, la capacidad de reacción se ha convertido en el activo más valioso para los departamentos de comunicación. El denominado Real Time Marketing (RTM) ha dejado de ser una táctica experimental para consolidarse como una estrategia fundamental que permite a las marcas conectar con sus audiencias aprovechando eventos actuales, tendencias o conversaciones digitales en el instante exacto en que ocurren.

Según analistas del sector, esta práctica consiste en crear y difundir contenidos o acciones comerciales de manera inmediata, alineadas con acontecimientos en tiempo real, ya sean noticias, eventos deportivos o fenómenos culturales. El objetivo final es “insertar a la marca en la conversación cuando la atención del público está en su punto más alto”.
El fenómeno viral de 2025: La estética de Bad Bunny
Un ejemplo reciente que ilustra la potencia de esta estrategia en la industria cultural fue el lanzamiento del álbum Debí tirar más fotos, del puertorriqueño Bad Bunny, en 2025. La portada del disco, de un minimalismo radical al presentar dos sillas plásticas blancas tipo “monobloc”, se convirtió rápidamente en un fenómeno viral global.
Enseguida, diversas marcas de sectores ajenos a la música aprovecharon este recurso visual para adaptar la imagen a sus propios productos y mensajes en redes sociales. Sin necesidad de alianzas formales ni contratos millonarios, estas empresas lograron una alta visibilidad al reinterpretar creativamente un símbolo cultural en tendencia, integrándose de manera orgánica a la conversación digital y demostrando que la agilidad creativa puede superar a los grandes presupuestos publicitarios.
Pizza Hut y la lección de empatía de 2021

Sin embargo, el Real Time Marketing no solo vive del humor o la estética; también es una herramienta poderosa para el posicionamiento ético. Expertos recuerdan el caso paradigmático de Pizza Hut en 2021, cuando la marca se volvió tendencia al actuar con inmediatez ante una controversia social en la Feria Buró de Colombia.
El conflicto estalló cuando se hizo público que una de las organizadoras del evento negó un trozo de pizza a un miembro del equipo de logística, a pesar de que la comida había sido adquirida para el personal que trabajaba hasta altas horas de la noche. Cuando el operador afectado denunció la conducta, Pizza Hut no dudó en intervenir. La marca envió pizzas gratis hasta el lugar de la feria y capitalizó el momento con el hashtag #LaPizzaEsParaTodos.
La acción logró que el gesto fuera apoyado por millares de internautas, transformando una crisis de reputación ajena en una victoria de imagen propia, basada en la empatía y la oportunidad.
Velocidad con criterio
A pesar de estos éxitos, los entendidos en marketing advierten que la velocidad no debe sacrificar la estrategia. Entre las buenas prácticas para ejecutar un RTM efectivo destacan, por ejemplo, “actuar rápido pero con criterio, priorizar la autenticidad sobre la viralidad, mantener un tono consistente y definir roles claros dentro del equipo”.
Asimismo, contar con lineamientos éticos y protocolos de crisis resulta fundamental para evitar que el intento de sumarse a una tendencia termine siendo contraproducente. Bien ejecutado, el RTM convierte la coyuntura en relevancia, visibilidad y engagement, demostrando que, en la era digital, llegar a tiempo es tan importante como el mensaje mismo.