Por Alba Herre­rue­la – Noer­gia

El email mar­ke­ting está cobran­do cada vez mayor impor­tan­cia en la estra­te­gia comer­cial de muchas empre­sas ya que eli­mi­na las barre­ras físi­cas y posi­bi­li­ta un tra­to rela­ti­va­men­te direc­to con los clien­tes, tan­to poten­cia­les como reales. Ade­más, el desa­rro­llo de nue­vos pro­gra­mas en el dise­ño de new­let­ters ha amplia­do el aba­ni­co de posi­bi­li­da­des. Des­de perió­di­cos o revis­tas que hablen de lo que ocu­rre en nues­tra empre­sa, has­ta pro­mo­cio­nes espe­cí­fi­ca­men­te dise­ña­das, pasan­do por vídeos, audios y foto­gra­fías.

Toman­do esto como pun­to de par­ti­da, es impor­tan­te saber en qué momen­to debe­mos enviar esos correos elec­tró­ni­cos, lo que depen­de­rá de nues­tro sec­tor, del país don­de se encuen­tren nues­tros clien­tes –ya que los hábi­tos hora­rios cam­bian- y del for­ma­to que esco­ja­mos. En Euro­pa y Esta­dos Uni­dos, las fran­jas más habi­tua­les son las siguien­tes:

Entre las diez de la noche y las nue­ve de la maña­na: Al igual que tú, tus clien­tes nece­si­tan dor­mir, así que si les envías cual­quier pro­mo­ción o infor­ma­ción duran­te esas horas, por muy intere­san­te que sea, lo más pro­ba­ble es que que­de escon­di­da en su buzón de entra­da, por lo que esta­rás per­dien­do una bue­na opor­tu­ni­dad de acer­car­te a ellos.

De nue­ve a diez de la maña­na: Es la segun­da fran­ja de mayor con­su­mo del día ya que muchas per­so­nas con­sul­tan su correo nada más lle­gar al tra­ba­jo. En ese momen­to, esta­mos recep­ti­vos a reci­bir ofer­tas y es mucho más fácil que una pro­pues­ta lla­me nues­tra aten­ción.

Entre las diez y el medio­día: Mejor que no moles­tes, ya que tus con­su­mi­do­res en poten­cia esta­rán cen­tra­dos en su tra­ba­jo y no en con­sul­tar los mails.

Hora del almuer­zo: Has­ta las dos de la tar­de, los hábi­tos más comu­nes son con­sul­tar las noti­cias o las aler­tas que pue­dan tener crea­das sobre cier­tos temas de inte­rés. Revis­tas y perió­di­cos son lo más revi­sa­do duran­te esta fran­ja.

Entre las dos y las cin­co de la tar­de: Los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras vuel­ven a sus pues­tos. Los estu­dios socio­ló­gi­cos mues­tran que los correos a los que más aten­ción se dedi­ca en ese rato son los rela­ti­vos a ser­vi­cios finan­cie­ros.

A par­tir de las cin­co de la tar­de: El can­san­cio del tra­ba­jo empie­za a apa­re­cer. Por ello, los mails que más se abren son los que pro­mo­cio­nan vaca­cio­nes u ocio en gene­ral. Asi­mis­mo, tam­bién resul­tan muy intere­san­tes para la mayo­ría de per­so­nas las infor­ma­cio­nes de B2B, es decir aque­llas que ofre­cen ser­vi­cios de par­ti­cu­la­res (sean indi­vi­duos o empre­sas) a otras empre­sas.

El after­work: Una vez que hemos sali­do del tra­ba­jo es cuan­do pres­ta­mos aten­ción a nues­tros asun­tos y gus­tos per­so­na­les; es ahí cuan­do con­tes­ta­mos a pro­mo­cio­nes de gim­na­sios, ropa, mails que hablen sobre cul­tu­ra o pla­nes que pode­mos lle­var a cabo en nues­tro tiem­po libre.