Des­pués del terri­ble ata­que terro­ris­ta que ha cos­ta­do la vida a tan­tos de nues­tros clien­tes en Túnez, esta­mos pro­fun­da­men­te con­mo­vi­dos por la tra­ge­dia que esto supo­ne para las víc­ti­mas, sus fami­lias y tam­bién para los emplea­dos del hotel Riu Impe­rial Marha­ba. Hemos segui­do minu­to a minu­to los acon­te­ci­mien­tos, apo­yán­do­nos en el equi­po direc­ti­vo des­pla­za­do allí para ges­tio­nar con rapi­dez y efi­ca­cia la situa­ción con las auto­ri­da­des tune­ci­nas y los turo­pe­ra­do­res.

Esta­mos espe­cial­men­te orgu­llo­sos de la reac­ción que tuvie­ron los emplea­dos del hotel ante el ata­que terro­ris­ta. Un com­por­ta­mien­to ejem­plar, como tam­bién lo sub­ra­ya­ron hoy los minis­tros del inte­rior del Rei­no Uni­do, Ale­ma­nia y Fran­cia, tras una visi­ta al des­tino y al hotel. A esto se ha suma­do el minis­tro del inte­rior tune­cino tras haber man­da­do ayer un des­men­ti­do sobre los rumo­res sobre la supues­ta fal­ta de reac­ción de nues­tros emplea­dos de segu­ri­dad. En con­tra de lo publi­ca­do y ya rec­ti­fi­ca­do por el minis­tro del inte­rior tune­cino, nues­tros emplea­dos han actua­do con rapi­dez, como es evi­den­te y está acre­di­ta­do, lla­man­do de inme­dia­to a la poli­cía y a las fuer­zas de segu­ri­dad del Esta­do, e inclu­so no duda­ron en poner en ries­go su pro­pia vida para pro­te­ger a los clien­tes.

Según pasan las horas, nos van lle­gan­do, a tra­vés de las redes socia­les y de los medios de comu­ni­ca­ción, cada vez más tes­ti­mo­nios con­mo­ve­do­res de clien­tes que agra­de­cen a nues­tros emplea­dos del hotel el haber­los escon­di­do, ayu­da­do a esca­par o pro­te­gi­do con lo que tenían a su alcan­ce y en oca­sio­nes con sus pro­pios cuer­pos.

No tene­mos pala­bras para expre­sar nues­tra gra­ti­tud y pro­fun­do res­pe­to a cada uno de los emplea­dos del hotel Riu Impe­rial Marha­ba, espe­cial­men­te nues­tro ser­vi­cio de segu­ri­dad, por su valen­tía y pro­fe­sio­na­li­dad. Su com­pro­mi­so y sen­ti­do de la res­pon­sa­bi­li­dad con­si­guie­ron evi­tar que se suma­ran más hués­pe­des a la lis­ta de víc­ti­mas.