El emporio Coca-Cola viene afinando un realineamiento a gran escala en sus estructuras con el objetivo de adelgazarlas ostensiblemente en el marco de la crisis provocada por el coronavirus.
Como consecuencia de la renovación en las estructuras operativas de la multinacional, se recortarán previsiblemente miles de puestos de trabajo. Para abordar su reestructuración Coca-Cola se valerá de un programa de bajas voluntarias acompañadas de indemnizaciones, si bien no descarta la destrucción de más puestos de trabajo.
“Llevamos desde hace varios años involucrados en el reconstrucción de nuestro negocio”, apunta James Quincey, CEO de Coca-Cola. Con los cambios en su modelo de negocio, Coca-Cola espera estrechar lazos con sus clientes y dotar de mayor eficacia a su ventas, si bien sus planes acabarán teniendo un impacto directo en su fuerza laboral.
Para empezar, aproximadamente 4.000 empleados de la compañía en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico recibirán un paquete de indemnizaciones a fin de rescindir voluntariamente sus contratos con Coca-Cola. Y se implementarán probablemente programas similares en otros países. Cuantos más empleados acepten la oferta inicial de Coca-Cola, menos despidos tendrá que llevar a cabo en último término la compañía.
El fabricante de bebidas refrescantes como Coca-Cola, Fanta, Sprite y Powerade emplea en todo el mundo a más 70.000 personas, en colaboración con sus partners embotelladores. Coca-Cola cifra el coste de su programa de bajas voluntarias entre 350 y 550 millones de dólares.
La crisis del COVID-19 no ha pasado ni mucho menos de puntillas por Coca-Cola, cuyos ingresos netos se desplomaron casi un tercio hasta los 1.800 millones de dólares durante el segundo trimestre del año.
En el marco de su reestructuración, las estructuras de Coca-Cola serán en el futuro mucho más livianas. Actualmente hay 17 unidades de negocio en el seno de la compañía y próximamente éstas serán reagrupadas en cuatro segmentos geográficos distintos.
Coca-Cola quiere que sus unidades operacionales se reduzcan a 9 y que trabajen de manera coordinada con su equipo de ventas a escala global para evitar que se dupliquen de manera innecesaria estructuras y acelerar el progreso en el seno de su organización.
Por otra parte, la compañía quiere concentrar sus esfuerzos en aquellas marcas que ya son particularmente fuertes y continúan teniendo oportunidades de crecimiento en un mercado que hoy por hoy está constantemente al vaivén de los cambios. Coca-Cola comercializa más de 500 marcas diferentes en más de 200 mercados.