Casi 70 millones de usuarios usarán el ad-blocking en EE.UU. este año

ad2Un nue­vo repor­te de la fir­ma de research eMar­ke­ter publi­có recien­te­men­te que los usua­rios de la Web en Esta­dos Uni­dos con ad-bloc­king cre­ce­rán este año a 69,8 millo­nes, lo que repre­sen­ta un 26,3% de los inter­nau­tas nor­te­ame­ri­ca­nos, com­pa­ra­dos con los 51,9 millo­nes, equi­va­len­tes al 20%, del año pasa­do. En 2017 los sur­fers que uti­li­za­rán un ad-bloc­king tota­li­za­rán 86,6 millo­nes en el país, es decir, el 32%.

Las compu­tado­ras de escri­to­rio y las lap­tops son toda­vía, y por mucho, más popu­la­res para el ad-bloc­king que los smartpho­nes, detec­tó el infor­me. En 2016, el 23,8% de los usua­rios de Inter­net en Esta­dos Uni­dos ten­drán ins­ta­la­dos un blo­quea­dor en su escri­to­rio o lap­top, mien­tras sólo el 7,8% ten­drá uno ins­ta­la­do en un smartpho­ne. Por supues­to, hay super­po­si­ción, y se debe tener en cuen­ta que los más faná­ti­cos bloc­kers podrían tener la tec­no­lo­gía ins­ta­la­da en todos sus dis­po­si­ti­vos.

El año pró­xi­mo, el por­cen­ta­je de adbloc­kers en smartpho­nes subirá a un 11%, que toda­vía es un núme­ro rela­ti­va­men­te peque­ño, pero que igual­men­te podría res­tar­le algo de aire a la opor­tu­ni­dad que rodea al uso de mobi­le por par­te de mar­ke­ters y edi­to­res.

adEl ad-bloc­king actúa en detri­men­to de todo el eco­sis­te­ma publi­ci­ta­rio, y afec­ta sobre todo a los edi­to­res, pero tam­bién a los mar­ke­ters, agen­cias y otros cuyos nego­cios depen­den de ingre­sos publi­ci­ta­rios”, esti­mó Paul Ver­na, ana­lis­ta senior de eMar­ke­ter.

El tema del ad-bloc­king está ubi­ca­do en el top of mind en el Fes­ti­val de Can­nes, y en el mun­do no pasa un mes sin algún tipo de reu­nión entre edi­to­res que inten­tan limi­tar el avan­ce de esa tec­no­lo­gía y sal­var la corrien­te de ingre­sos publi­ci­ta­rios en la que apo­yan.

Como dato intere­san­te, Mark Thom­pson, del New York Times, dijo a prin­ci­pios de este mes que su com­pa­ñía está explo­ran­do la ven­ta de una ver­sión de alto pre­cio y libre de avi­sos, des­ti­na­da a quie­nes miran con más aver­sión los avi­sos publi­ci­ta­rios.