La semana pasada el artista Maurizio Cattelan presentó una nueva y controvertida obra en la feria de arte contemporáneo Art Basel de Miami: un plátano adherido con cinta de embalar a la pared y valorado en la friolera de 120.000 dólares, pese a lo mundano de los ingredientes utilizados en tan singular pieza artística.
Posteriormente, y sabedor de que su tropelía haría correr ríos de tinta, otro artista se plantó delante del plátano de Cattelan y se lo zampó para a continuación archivar su “performance” en su porfolio.
Por su lado, Burger King, siempre pendiente del devenir de la cultura popular, ha querido “trolear” la polémica y onerosa obra de Cattelan. Es así que Burger King se lanza a presentar una obra mucho más económica que la de Maurizio Cattelan, parodiándolo: propone una patata frita pegada con cinta aislante a la pared, y que cuesta apenas 0,01 euros.
Detrás de tan descarada campaña, en la que Burger King se mofa abiertamente del arte moderno y sus locuras, está la agencia parisina Buzzman.
El tándem formado por Burger King y Buzzman nos ha regalado deliciosas campañas en los últimos tiempos. Hace un par de meses nos deleitaron con una divertida campaña repleta de errores tipográficos y de estética deliberadamente “cutre”. Y hace poco menos sorprendieron con una campaña que hacía hincapié en los “no restaurantes” de Burger King para poner en valor el servicio de reparto de comida a domicilio de la compañía.
Burger King no es, por cierto, la única marca que ha tenido a bien hacer sangre del plátano de Maurizio Cattelan. Estrella Galicia ha hecho también lo propio reemplazando en esta ocasión la banana por un botellín de cerveza.