Por Fernando Fominaya – Noergia
Un visión desde la London Book Fair 2013
Las ferias suelen ser un buen sitio para pulsar la situación de un sector y la Feria del Libro de Londres 2013, que se celebró a finales de abril, no ha sido una excepción. En este aspecto, tres cosas me han llamado la atención. Dos esperadas: la imparable progresión del mundo digital en todos los ámbitos del libro y lo poco que se habla en el resto del mundo de la crisis del libro, un tema tan presente en España. Sin embargo, hay un tercer punto que sí me sorprendió: la fuerte tendencia entre los escritores de habla inglesa a autopublicarse.
Escritores y autopublicación, una tendencia imparable
En un interesantísimo debate, Orna Ross, Polly Courtney y Gareth Howard desgranaron ante un público entregado las ventajas de que un escritor tome las riendas del destino de sus obras.
Una vez descontado el entusiasmo propio de tres ponentes que precisamente son escritores que han triunfado autopublicándose (cada uno tenía alguna anécdota personal de la inoperancia de grandes editoriales como Penguin o Harper-Collins), quedan aún poderosas razones para tomar esta vía:
- El autor imprime a la promoción de su obra la imagen que él o ella quiere. Orna Ross contaba a modo de ejemplo cómo la editorial había puesto la etiqueta de novela rosa a lo que ella consideraba la historia de una familia irlandesa durante el Alzamiento de Pascua.
- Internet te da hoy facilidades no sólo para la promoción a través de las redes sociales, sino también para encontrar, por ejemplo, buenos correctores y diseñadores, porque autopublicado no debe ser sinónimo de amateur.
- Gareth Howard (que aparte de escritor es CEO de Authoright) mostró una perspectiva que probablemente la mayoría de escritores nunca se ha planteado: sé un emprendedor, considérate una empresa que promociona y vende tus productos intelectuales. Éste puede ser un proceso tan creativo como escribir tu obra.
- Las editoriales te suelen dar una oportunidad. La autopublicación te da muchas.
Me quedé con la impresión muy personal de que a las editoriales se les está abriendo aquí un frente que puede acabar echando a muchas del mercado, y no porque esto sea ley de vida, sino porque no están sabiendo crear una oferta alternativa que tenga en cuenta estas circunstancias. Por ejemplo, últimamente se oye mucho que las editoriales ahora piden a cualquier escritor novel para publicarle que tenga una presencia potente en redes sociales. ¿No estarán delegando ya una parte muy importante de su trabajo?
Al final de este debate, Orna Ross dejó una opinión con valor de máxima que creo todo escritor debería enmarcar:
Búscate una editorial que te gestione la promoción tradicional del libro en papel (el offline), pero guárdate los derechos del libro electrónico para ti.
Interesantes reflexiones para los que nos dedicamos a la promoción en Internet de libros. Pese a que Mylibreto, nuestra plataforma de descubrimiento de libros en Internet, ya está trabajando directamente para autores que han decidido hacerse cargo de promocionar su obra, no me había planteado hasta ahora verlos como un cliente estratégico. No en vano dicen que viajar abre la mente y aclara las ideas…
Fernando Fominayawww.noergia.com @ffominaya