8 ideas para sacar al libro de la irrelevancia

8 ideas para sacar al libro de la irrelevancia

Por Fer­nan­do Fomi­na­ya – Noer­gia

fernando-fomin wpEl libro se ha vuel­to irre­le­van­te por fal­ta de pre­sen­cia ahí don­de hoy día se toman las deci­sio­nes, en los medios digi­ta­les. Así lo expli­cá­ba­mos en el artícu­lo Excu­sas bara­tas: cómo se hun­de la ven­ta de libros mien­tras el sec­tor con­fun­de cau­sas y efec­tos y cerrá­ba­mos éste dicien­do que habrá que com­ba­tir el mal en su terreno, en Inter­net.

¿Qué se pue­de hacer al res­pec­to? ¿Cómo sabre­mos que vamos por buen camino en el desa­fío de con­se­guir una pre­sen­cia fuer­te del libro en Inter­net?
¿Qué bue­nas prác­ti­cas se pue­den espe­rar?
Aquí van ocho ideas:

El libro en Inter­net: así no

Un libro en los medios digi­ta­les no pue­de seguir sien­do una ficha está­ti­ca con una por­ta­da y una sinop­sis de cua­tro líneas, que se repi­te igual en todas las tien­das digi­ta­les.

Para empe­zar, con­vie­ne dar­se cuen­ta de lo siguien­te: una cosa es el libro en papel, otra el libro elec­tró­ni­co y una ter­ce­ra el repre­sen­tan­te digi­tal del libro. Libro elec­tró­ni­co y repre­sen­tan­te digi­tal del libro no son lo mis­mo. El libro elec­tró­ni­co es un archi­vo con un tex­to. No es teni­do en cuen­ta por los bus­ca­do­res y gene­ral­men­te no debe com­par­tir­se por cues­tión de dere­chos. El repre­sen­tan­te digi­tal del libro es un com­pen­dio de infor­ma­ción que pue­de ser ras­trea­do por bus­ca­do­res como Goo­gle y que pue­de ser com­par­ti­do libre­men­te en cual­quier web y red social. Es decir, es la infor­ma­ción que la gen­te pue­de encon­trar de un libro en los medios digi­ta­les, en el 99% de los casos la ficha en una tien­da digi­tal que men­cio­ná­ba­mos.

Las fichas de las tien­das tie­nen varios incon­ve­nien­tes:

  • Debi­do a que casi todas las libre­rías digi­ta­les toman sus datos auto­má­ti­ca­men­te de Dil­ve, las sinop­sis de los libros son las mis­ma en todas. Esto, a ojos de Goo­gle, las hace poco intere­san­tes por fal­ta de ori­gi­na­li­dad, lo que es devas­ta­dor a la hora de com­pe­tir por apa­re­cer en cual­quier bus­ca­dor.
  • Son comer­cia­les y, por tan­to, se com­par­ten poco.

Kali, Avatar of the eBook by Javier Candeira, on FlickrAsí pues, el libro, elec­tró­ni­co o de papel, en Inter­net debe tener mejo­res repre­sen­tan­tes:

  • Vídeos (book­trai­lers)
  • Webs mul­ti­me­dia hechas a medi­da
  • Libre­tos
  • Otros for­ma­tos por inven­tar.

El libro en papel debe enla­zar a su repre­sen­tan­te digi­tal

Cual­quier libro debe­ría ir escol­ta­do por todo tipo de con­te­ni­dos digi­ta­les suple­men­ta­rios, todos ellos coor­di­na­dos des­de su repre­sen­tan­te digi­tal, con­te­ni­dos como:

  • Crí­ti­cas
  • Rese­ñas
  • Imá­ge­nes
  • Capí­tu­los extras
  • Bio­gra­fía del escri­tor
  • Infor­ma­ción sobre posi­bles secue­las, etc.

El libro en papel debe mos­trar el víncu­lo a con­te­ni­dos digi­ta­les aso­cia­dos por­que en el mun­do digi­tal es fácil esta­ble­cer una rela­ción con el lec­tor, por ejem­plo a tra­vés de una red social o de una lis­ta de dis­tri­bu­ción de correo. Este lec­tor es más fácil que se haga eco de su satis­fac­ción con una obra y tam­bién es más pro­ba­ble que com­pre obras rela­cio­na­das.

Una pro­mo­ción inte­gra­da: digi­tal con tra­di­cio­nal

Las cam­pa­ñas de mar­ke­ting de éxi­to, las que des­pier­tan la admi­ra­ción de los espe­cia­lis­tas y la devo­ción de los con­su­mi­do­res, son las que unen sabia­men­te la vida real con el mun­do digi­tal. El libro no debe ser una excep­ción. Hay que tra­ba­jar inte­gran­do la pro­mo­ción tra­di­cio­nal con el mun­do digi­tal.
¿Alguien ha teni­do oca­sión ya de seguir por strea­ming la pre­sen­ta­ción de un libro de un autor de éxi­to?
¿Cuán­tos auto­res cono­céis que ofrez­can un hash­tag de segui­mien­to cuan­do dan una char­la?
Hay infi­ni­dad de posi­bi­li­da­des para sacar par­ti­do a los medios digi­ta­les.

Libro elec­tró­ni­co: ven­ta­jas des­apro­ve­cha­das

ebook3 wpEl libro elec­tró­ni­co no debe ser vis­to como una com­pe­ten­cia al papel, sino como un canal suple­men­ta­rio que abre un mun­do de posi­bi­li­da­des. Un ejem­plo de lo que se pue­de hacer con las infi­ni­tas posi­bi­li­da­des que ofre­ce el tan­dem libro elec­tró­ni­co + códi­go QR: voy al museo Thys­sen-Bor­ne­mis­za y, al lado del cua­dro Jesús entre doc­to­res, me ofre­cen un códi­go QR para acce­der a com­prar una bio­gra­fía nove­la­da de Dure­ro.

No pesa, es inme­dia­to, se pue­de colo­car en cual­quier lugar a un pre­cio irri­so­rio: el libro elec­tró­ni­co tie­ne muchas ven­ta­jas, y, sin embar­go, ape­nas se explo­tan comer­cial­men­te.

Tra­ba­jar nue­vos nichos

El libro elec­tró­ni­co está crean­do nue­vos adep­tos don­de menos se espe­ra­ba. Por ejem­plo, entre los usua­rios del metro o entre los jubi­la­dos. Estos últi­mos han encon­tra­do un sopor­te que se adap­ta a sus difi­cul­ta­des de visión y que les libra de empa­pe­lar la casa con libros, pues a menu­do tie­nen un con­su­mo des­afo­ra­do de lec­tu­ra. ¿Alguien cono­ce accio­nes de mar­ke­ting diri­gi­das a estos gru­pos? Gru­pos ambos, por cier­to, que cuen­tan con ingre­sos regu­la­res.

Ven­der libros elec­tró­ni­cos en pun­tos de ven­ta tra­di­cio­na­les

¿Se pue­den ven­der libros elec­tró­ni­cos en el metro, en las gaso­li­ne­ras, en los comer­cios, en los museos, etc.? ¿Se pue­de rega­lar un libro elec­tró­ni­co?

Sí, se pue­de y se debe­ría: e‑books físi­cos, eso exis­te y tie­ne un poten­cial tre­men­do. Se pue­den crear a deman­da, los cos­tes logís­ti­cos son míni­mos y hacen del libro elec­tró­ni­co algo pal­pa­ble y colec­cio­na­ble.

Escri­to­res: cam­bio de men­ta­li­dad

Las edi­to­ria­les ya no tie­nen los már­ge­nes de anta­ño y, por tan­to, pocas podrán per­mi­tir­se incluir una pro­mo­ción digi­tal de un autor novel en sus apues­tas edi­to­ria­les. Los escri­to­res deben dar­se cuen­ta de que su mar­ca per­so­nal y la pro­mo­ción digi­tal de sus libros les toca prin­ci­pal­men­te a ellos. Eso exi­ge for­mar­se y dedi­car­le un tiem­po a la pro­mo­ción.

Los con­te­ni­dos lega­les deben des­pla­zar a los ile­ga­les

Una pre­sen­cia digi­tal fuer­te des­pla­za­rá de las pri­me­ras pági­nas de los bus­ca­do­res a las pági­nas pira­tas. Recien­te­men­te bus­qué en Goo­gle La trai­ción de Roma, con áni­mo de com­prar la nove­la de S. Postegui­llo. Me encon­tré en la pri­me­ra pági­na dos resul­ta­dos de webs que me lo ofre­cían gra­tis. Obsér­ve­se que yo no había usa­do en la bús­que­da la pala­bra “gra­tis” ni nada pare­ci­do. Enci­ma, las webs pira­tas que apa­re­cían eran extran­je­ras. Esto es un sín­to­ma de la extre­ma debi­li­dad que tie­ne en Inter­net un bes­tse­ller como el men­cio­na­do, algo per­fec­ta­men­te evi­ta­ble.

Tra­ba­jar con datos

eBook Reader by goXunuReviews, on FlickrLa enor­me ven­ta­ja de Inter­net sobre el mun­do real es que faci­li­ta datos de todo tipo sobre el com­por­ta­mien­to de un pro­duc­to: ¿cómo es reci­bi­do?, ¿gus­ta?, ¿quién lo com­pra?, ¿en qué for­ma­to?, ¿en qué con­tex­to?

En el caso del libro, ¿quién tie­ne datos? Pues bási­ca­men­te las tien­das digi­ta­les, las prin­ci­pa­les pro­pie­ta­rias de repre­sen­tan­tes digi­ta­les del libro. Las edi­to­ria­les y los auto­res se tie­nen que con­ten­tar con datos muy bási­cos (como las ven­tas men­sua­les) y algu­na intui­ción que pue­den sacar de sus redes socia­les. Así nadie pue­de tomar deci­sio­nes fun­da­men­ta­das.

Cuan­do vea­mos a edi­to­ria­les y escri­to­res hacer un esfuer­zo por reca­bar datos, enton­ces esta­re­mos más cer­ca de la solu­ción.

Final­men­te, una refle­xión para opo­ner a los que pien­san que nun­ca hemos esta­do peor: ¿algu­na vez en la his­to­ria la mayor par­te de la pobla­ción lle­va­ba un libro enci­ma a todas horas?
Pues aho­ra sí, se lla­ma móvil. Sólo hay que hacér­se­lo sacar del bol­si­llo…

Fer­nan­do Fomi­na­ya

www.noergia.com
@ffominaya