La sostenibilidad es la tendencia dominante en el universo del consumo. Y cada vez más gente trata de amoldar sus hábitos de consumo a la protección del medio ambiente, que se deteriora lamentablemente a un ritmo preocupante. Sin embargo, los consumidores encaran de manera diversa a la práctica de la sostenibilidad.
Un estudio llevado a cabo en Alemania por la empresa Ströer, especializada en publicidad exterior, ha identificado 7 tipos diferentes de consumidores sostenibles: misioneros, estetas, amantes del reciclaje, minimalistas, creadores, hedonistas y compradores enfocados a la sostenibilidad.
Los consumidores minimalistas tratan de apaciguar su conciencia medioambiental con gestos pequeños pero loables como separar adecuadamente la basura, prestar atención al reciclaje y evitar utilizar bolsas de plásticos de un solo uso. Por su parte, los compradores para los cuales la sostenibilidad es una suerte de faro en sus compras no están dispuestos a renunciar al consumo, pero procuran arrojar en el carrito de la compra productos sostenibles y duraderos.
En cambio, las acciones de los consumidores misioneros, quienes tratan de emular a Greta Thunberg, se involucran de manera muy activa en la protección del clima y se esfuerzan además en convencer a quienes están a su alrededor de ser partícipes de su misión.
“Es más que evidente que no todo el mundo que se rige por la sostenibilidad en sus acciones actúa igual y casi todos los consumidores interpretan de manera diferente la sostenibilidad”, confirma Annina Bleek, Senior Vice President Solutions Studio de Ströer.
Los estetas, los creadores y los compradores enfocados en la sostenibilidad son en términos generales muy receptivos al dúo formado por publicidad y protección del medio ambiente y contemplan los anuncios como una excelente oportunidad de aplacar los problemas medioambientales y motivar a la gente para actuar de manera más responsable. Para estos tres tipos de consumidores es muy importante que la publicidad de naturaleza sostenible esté en perfecta sintonía con los valores del anunciante.
Asimismo, los consumidores misioneros tampoco le hacen ascos a la sostenibilidad en la publicidad, pero no pueden evitar contemplar a menudo este tipo de publicidad como farisea.
Los hedonistas y los minimalistas muestran en términos generales una actitud menos positiva hacia la publicidad emparentada con la sostenibilidad. Pero tanto a uno como a otro grupo les atrapan los productos sostenibles. Resulta esencial para ellos que la funcionalidad y la calidad de tales productos estén en primerísimo plano en la publicidad. Por ello, los anuncios deben tener una naturaleza informativa y fáctica para enganchar con el público de los hedonistas y los minimalistas.
Finalmente, los canales publicitarios con los que se muestran más afines los consumidores sostenibles son la publicidad exterior y las plataformas digitales, en particular el móvil.