Una de las cate­go­rías de apps que ha cobra­do mayor rele­van­cia en los últi­mos años, sobre todo con la pan­de­mia de COVID-19, ha sido la de las apps infan­ti­les, ya que faci­li­tan el entre­te­ni­mien­to, la comu­ni­ca­ción y el apren­di­za­je de las niñas y los niños.

Lin­go­kids, una app edu­ca­ti­va infan­til con jue­gos y can­cio­nes inter­ac­ti­vas, infor­mó que tri­pli­có su cre­ci­mien­to inter­na­cio­nal en 2020: aho­ra tie­ne más de 25 millo­nes de fami­lias en todo el mun­do uti­li­zan­do su apli­ca­ción y se ha colo­ca­do en las pri­me­ras posi­cio­nes del Top Chart de App Annie en la cate­go­ría Kids para iPho­ne.

Roc­ket Lab, empre­sa de tec­no­lo­gía espe­cia­li­za­da en impul­sar la adqui­si­ción expo­nen­cial de usua­rios y su acti­vi­dad en apli­ca­cio­nes móvi­les, ha rea­li­za­do un aná­li­sis sobre cuá­les son los prin­ci­pa­les retos y opor­tu­ni­da­des que ofre­cen las apps infan­ti­les.

Sin duda, las apps móvi­les infan­ti­les se enfren­tan a varios desa­fíos. Para empe­zar, deben seguir cier­tas con­di­cio­nes exi­gi­das por las tien­das de apli­ca­cio­nes para lle­gar a este seg­men­to y comer­cia­li­zar sus ser­vi­cios, ade­más de cum­plir con los regla­men­tos que pro­te­gen los dere­chos y pri­va­ci­dad de los peque­ños, como COP­PA (Chil­dre­n’s Onli­ne Pri­vacy Pro­tec­tion Act) de Esta­dos Uni­dos, y la GDPR‑K (Gene­ral Data Pro­tec­tion Regu­la­tion for Kids) de la Unión Euro­pea.

Otro reto es que no solo deben gus­tar al mer­ca­do infan­til, sino a sus padres, quie­nes deci­den qué apps y con­te­ni­dos pue­den con­su­mir, cuán­to tiem­po pue­den usar­las y si paga­rán por algu­na moda­li­dad (sus­crip­ción, com­pras en la apli­ca­ción, ver­sión pre­mium).

Según Roc­ket Lab, los 4 prin­ci­pa­les con­se­jos que deben seguir los mar­ke­te­ros para tener éxi­to en el lan­za­mien­to de una app infan­til son:

1. La estra­te­gia de mar­ke­ting no va diri­gi­da al clien­te final. La comu­ni­ca­ción va diri­gi­da a los padres, tuto­res o maes­tros, que son quie­nes deci­den des­car­gar una app para los niños en edad pre­es­co­lar y tie­nen un alto nivel de con­trol has­ta los 10 u 11 años. Por eso es impor­tan­te resal­tar atri­bu­tos como la segu­ri­dad y el apren­di­za­je.

De acuer­do a Fer­nan­da Pérez, Busi­ness Deve­lop­ment Direc­tor de Vikidz, una app mexi­ca­na de apren­di­za­je de mate­má­ti­cas, “un reto impor­tan­te ha sido enfo­car nues­tros esfuer­zos en resal­tar los bene­fi­cios de los video­jue­gos y des­men­tir la per­cep­ción nega­ti­va que aún tie­nen; para ello nos enfo­ca­mos en las ven­ta­jas de la app y el impac­to en el apren­di­za­je de los chi­cos”.

2. Apro­ve­cha las licen­cias de per­so­na­jes cono­ci­dos. Las cari­ca­tu­ras más popu­la­res pue­den resul­tar más atrac­ti­vas, no solo para los peque­ños, sino para los padres, quie­nes pue­den con­fiar más en ellas por la segu­ri­dad y la cali­dad del con­te­ni­do que pue­den ofre­cer a sus hijos. Es por ello que las apps de los cana­les de tele­vi­sión infan­til o aque­llas con per­so­na­jes de pelí­cu­las o jugue­tes, tam­bién están den­tro de las mejor eva­lua­das en el Top Chart de App Annie.

3. Mide tu tasa de des­ins­ta­la­ción y haz mejo­ras para dis­mi­nuir­la. Una vez que alguien des­car­gó la app, pue­de des­en­can­tar­se por no tener sufi­cien­te espa­cio en su telé­fono o por un error de la apli­ca­ción que arrui­na la expe­rien­cia del usua­rio y pro­vo­ca que la eli­mi­nen, entre otras cau­sas. La tasa de des­ins­ta­la­ción siem­pre es más alta el pri­mer día que un usua­rio baja una app, lo que sig­ni­fi­ca que la apli­ca­ción tie­ne que cum­plir su obje­ti­vo y engan­char al usua­rio des­de el prin­ci­pio. Revi­sa y mejo­ra la des­crip­ción de tu app en la tien­da, así como los men­sa­jes publi­ci­ta­rios, para comu­ni­car exac­ta­men­te lo que ofre­ce la app, de este modo los usua­rios no ten­drán fal­sas expec­ta­ti­vas y será menos pro­ba­ble que se des­ins­ta­len la apli­ca­ción.

4. Toma ven­ta­ja de los días fes­ti­vos. Es fun­da­men­tal tener en mira las fechas impor­tan­tes del calen­da­rio anual a la hora de pla­ni­fi­car las estra­te­gias de mobi­le mar­ke­ting para con­se­guir nue­vos usua­rios, fide­li­zar a los ya exis­ten­tes, aumen­tar las ven­tas y gene­rar pre­sen­cia y posi­cio­na­mien­to de mar­ca. En el caso del públi­co infan­til, las cele­bra­cio­nes más rele­van­tes son el Día del Niño, la épo­ca de vaca­cio­nes, Navi­dad y Reyes, así como el regre­so a las cla­ses para aque­llas apps edu­ca­ti­vas.

“Nues­tro seg­men­to es la gene­ra­ción más sin­cro­ni­za­da a la era digi­tal que ha exis­ti­do; las niñas y niños de esta épo­ca tie­nen acce­so a tec­no­lo­gía y pro­duc­tos digi­ta­les como nun­ca antes en toda la his­to­ria de la huma­ni­dad, han cre­ci­do acos­tum­bra­dos a inter­net y los dis­po­si­ti­vos, esto nos per­mi­te impul­sar a Vikidz con mayor faci­li­dad”, agre­gó Pérez.

“Cree­mos que fal­ta poco para con­si­de­rar que esta­mos vivien­do un boom de las apps móvi­les infan­ti­les, pero sin duda están expe­ri­men­tan­do un momen­to de cre­ci­mien­to impor­tan­te. Es un seg­men­to muy par­ti­cu­lar con tan­tos desa­fíos como opor­tu­ni­da­des. Sin duda, aque­llos apa­sio­na­dos del entre­te­ni­mien­to y apren­di­za­je infan­til pue­den encon­trar un nicho de nego­cio intere­san­te en Espa­ña, como lo han hecho paí­ses como Esta­dos Uni­dos y Sue­cia, si logran la mez­cla per­fec­ta de crea­ti­vi­dad, inno­va­ción y mar­ke­ting”, men­cio­nó Juan Echa­va­rria, cofun­da­dor y CEO de Roc­ket Lab.