3 consejos para que la creatividad no deje de fluir

3 consejos para que la creatividad no deje de fluir

crea4En el mun­do del mar­ke­ting se valo­ran fac­to­res como la comu­ni­ca­ción y la publi­ci­dad, pero se valo­ra mucho menos la crea­ti­vi­dad, que es jus­ta­men­te una de las áreas de tra­ba­jo más com­pli­ca­das debi­do al estrés al que están some­ti­dos quie­nes la rea­li­zan, pre­sio­na­dos por ade­cuar­se a las con­di­cio­nes y tiem­pos mar­ca­dos por los clien­tes.

A dife­ren­cia de otras tareas más mecá­ni­cas, la crea­ti­vi­dad no siem­pre está a la mano, por mucho que se bus­que. Esto lle­va a la frus­tra­ción en nume­ro­sas oca­sio­nes, y más estrés si se tie­ne en cuen­ta la alta com­pe­ti­ti­vi­dad del sec­tor y la ele­va­da auto­exi­gen­cia por la que se carac­te­ri­zan estos genios de las ideas.

Ali­viar las pre­sio­nes de estos tra­ba­ja­do­res es impres­cin­di­ble para que sal­gan del estan­ca­mien­to men­tal y gocen de liber­tad para dar rien­da suel­ta a su ima­gi­na­ción. Pero, ¿cómo hacer­lo? Mar­co Scog­na­mi­glio, glo­bal CEO de RAPP, pro­po­ne tres mane­ras de ayu­dar en su tarea a los crea­ti­vos.

crea1. Pón­ga­se en la hor­ma de cada zapa­to. De la mis­ma mane­ra que no se edu­ca igual a todos los hijos, pues cada uno de ellos tie­ne una per­so­na­li­dad, tam­po­co debe­ría tra­tar igual a todos sus emplea­dos.

Para crear un entorno ama­ble, segu­ro y cómo­do para los crea­ti­vos, es nece­sa­rio enten­der las par­ti­cu­la­ri­da­des y nece­si­da­des del tra­ba­jo de cada uno, sobre todo en un terreno en el que no hay reglas escri­tas. Dar­les una voz para que se sien­tan libres de expre­sar sus ideas, ten­der­les una mano y dar­les con­fian­za en la toma de deci­sio­nes pue­de ayu­dar­les libe­rar­se de los las­tres que lle­van a sus espal­das.

Tóme­se el tiem­po para escu­char­les, tra­te de enten­der sus aspi­ra­cio­nes, moti­va­cio­nes y expec­ta­cio­nes y empa­ti­ce con ellas para encon­trar la mejor mane­ra de impul­sar­las y sacar lo mejor de cada per­so­na.

2. Lo bueno, si sen­ci­llo, dos veces bueno. Si por algo se carac­te­ri­zan los crea­ti­vos es por sus mara­tó­ni­cas jor­na­das de tra­ba­jo. En con­tra de lo que se ha esta­ble­ci­do en la indus­tria, más horas de tra­ba­jo no nece­sa­ria­men­te sig­ni­fi­ca mejor pro­duc­ti­vi­dad y mucho menos más crea­ti­vi­dad.

Estas lar­gas ruti­nas son, muchas veces, fru­to de hábi­tos mal plan­tea­dos o de la fal­ta de una pla­ni­fi­ca­ción del tra­ba­jo efi­caz que aho­rre buro­cra­cia y ofrez­ca tiem­po a los crea­ti­vos para dedi­car­se a su ver­da­de­ra tarea: dar vida a las ideas.

Sim­pli­fi­que las ruti­nas, esta­blez­ca pla­nes cla­ros y ase­gú­re­se de que todo el mun­do ten­ga cla­ro los obje­ti­vos indi­vi­dua­les y comu­nes, eli­mi­nan­do tareas inne­ce­sa­rias que no hacen más que entor­pe­cer el tra­ba­jo de los emplea­dos.

3. Que no fal­te la diver­sión. La moti­va­ción es una par­te fun­da­men­tal para incre­men­tar la crea­ti­vi­dad en cual­quier tra­ba­jo. Y, en este sen­ti­do, la diver­sión jue­ga un papel rele­van­te. Aun­que este tér­mino es para muchos jefes con­ven­cio­na­les un con­cep­to que no tie­ne cabi­da en su ofi­ci­na, lo cier­to es que hay muchas mane­ras de enten­der la diver­sión.

No se tra­ta de ins­ta­lar fut­bo­li­nes al más puro esti­lo Goo­gle, sino de poner en mar­cha accio­nes que hagan salir de la ruti­na a los emplea­dos al mis­mo tiem­po que les pro­por­cio­nen nue­vos pun­tos de vis­ta e ideas fres­cas que pue­dan ser­vir­les de ins­pi­ra­ción.

Se tra­ta de crear un ambien­te en el que el dis­fru­te esté garan­ti­za­do y para ello la comu­ni­ca­ción es cla­ve. Enri­quez­ca la for­ma­ción de sus emplea­dos pro­por­cio­nán­do­les las herra­mien­tas que nece­si­tan (y que segu­ra­men­te lle­van pidien­do a gri­tos duran­te años) a tra­vés de char­las ins­pi­ra­do­ras, moti­va­cio­na­les, cur­sos de dise­ño e inclu­so cla­ses de ori­ga­mi. Cuan­do se tra­ta de desa­rro­llar la crea­ti­vi­dad hay que ser, pre­ci­sa­men­te, crea­ti­vos. No exis­ten lími­tes.