La publicidad más valiosa es la que no se paga, más aun si significa el ahorro de más de 2.000 millones. Esto es lo que le ha sucedido a Starbucks, cuando un vaso de la cadena estadounidense se coló en una escena del cuarto capítulo de la octava temporada de Juego de Tronos, precisamente entre Jon Snow y Daenerys Targaryen. El hecho rápidamente se viralizó en las redes sociales y generó miles de críticas contra los responsables de la ficción por el tremendo fallo.
Por supuesto, para los responsables de la marca significó una enorme oportunidad publicitaria totalmente gratuita. Ahora, la firma Hollywood Branded ha puesto precio a esa publicidad subliminal obtenida por la cadena de cafeterías; su CEO, Stacy Jones, estima que Starbucks se ha ahorrado alrededor de 2.300 millones de dólares (2.031 millones de euros) en publicidad, cantidad en la que no se incluiría todo el impacto posterior en las redes sociales con la viralización del fallo.
Tal fue el impacto del error del capítulo de Juego de Tronos que se llegaron a recoger en las redes sociales cerca de doscientas mil menciones de la marca en las 48 horas posteriores al estreno del capítulo. El CEO de Hill Impact, Dan Hill, considera que el impacto publicitario fue incluso superior a cualquier emplazamiento de producto normal de una serie “porque fue accidental”, y esta particularidad elimina la percepción negativa que tiene el público de la publicidad.
Hay que recordar que la plataforma HBO invirtió alrededor de 15 millones de euros en la realización de cada uno de los capítulos de la última temporada, en los que no aceptaba ningún emplazamiento de producto. Los responsables de Starbucks tampoco dejaron pasar la ocasión de comentar en las redes sociales el error y, con cierta sorna, se mostraron sorprendidos de que la protagonista no hubiera encargado “un Dragon Drink”; el tuit ha logrado más de 22.000 retuits y ha obtenido cerca de 79.000 likes.