El spot de Vimto que premia a los que desobedecen

El spot de Vimto que premia a los que desobedecen

Cuan­do se tra­ta de lla­mar la aten­ción de los ado­les­cen­tes, la cosa se hace cues­ta arri­ba. ¿Cómo se logra que pres­ten aten­ción a un anun­cio? Sen­ci­lla­men­te dicién­do­les que no miren la publi­ci­dad en cues­tión. Esta es la sagaz estra­te­gia que emplea la mar­ca bri­tá­ni­ca de zumos Vim­to jun­to a la fir­ma crea­ti­va de la agen­cia bri­tá­ni­ca Quiet Storm.

El anun­cio se ini­cia con una voz en off advir­tien­do al espec­ta­dor que la mejor mane­ra de dis­fru­tar del spot es cerran­do los ojos y rela­ján­do­se. Pero se espe­ra, pre­ci­sa­men­te, que el espec­ta­dor des­obe­dez­ca, y se le aga­sa­ja enton­ces con esce­nas de lo más estra­fa­la­rias con todos los ingre­dien­tes para hip­no­ti­zar la mira­da curio­sa de los más jóve­nes.

Un fre­né­ti­co bai­le pro­ta­go­ni­za­do por unos ofi­ci­nis­tas, dos pares de ojos que no son lo que pare­cen, y un hom­bre y un perro aco­mo­da­dos en un sofá recu­bier­to de celo­fán son algu­nas de las esce­nas del anun­cio pro­pues­to por Vim­to.

Las bebi­das abu­rri­das fun­cio­nan para algu­nos, pero tú te mere­ces algo refres­can­te­men­te dife­ren­te”, es el tex­to que pue­de leer­se en pan­ta­lla al final del anun­cio. Mien­tras, aque­llos que pre­via­men­te han ele­gi­do no ver­lo son delei­ta­dos con músi­ca de rela­jan­te.

El nue­vo spot de Vim­to se res­pal­da en un dato bas­tan­te serio: quie­nes cons­ti­tu­yen su públi­co obje­ti­vo se sien­ten pre­sio­na­dos para ser algo que a todas luces no son, cuan­do lo que en reali­dad desean es ser reco­no­ci­dos y acep­ta­dos como indi­vi­duos.