A finales del año pasado Amazon entregó su primer pedido a través de un dron, algo totalmente innovador y futurista. El dron logró que el pedido, unas palomitas y un Fire TV, llegase con éxito a su destino. De esta manera, el proyecto Prime Air de Amazon ha revolucionado la entrega de paquetes a domicilio.
No satisfecha con este acontecimiento histórico, Amazon sigue investigando en cómo mejorar este método de entrega. Su última novedad son drones que lanzan paquetes desde el aire y llegan a los destinatarios en paracaídas. El paquete vendría envuelto en una especie de velo que se extiende como un acordeón y frena la caída del paquete. Finalmente, el pedido sería depositado en la puerta del destinatario.
Este sistema permite que el dron se mantenga en el aire sin necesidad de aterrizar, evitando posibles robos o daños. Con el paracaídas, Amazon quiere facilitar la entrega en zonas donde existan elementos que puedan obstaculizar el aterrizaje como los árboles, el viento o la línea eléctrica.
Amazon desea mantener su hegemonía en el sector del comercio electrónico. Por ello, no ha dudado en apostar por las nuevas tecnologías que permiten mejorar la logística y el reparto. Hace un año, en la empresa patentaron un sistema mediante el cual los drones podían repostar en puntos altos como campanarios y torres. Además, la empresa de e‑commerce ha empezado a desarrollar un sistema de tráfico aéreo para que los drones vuelen con mayor seguridad.
De momento, parece que sólo se trata de experimentos y pruebas. Habrá que esperar un tiempo para ver caer nuestros pedidos desde el cielo.