El eyetracking marcará el neuromarketing en el 2020

El eyetracking marcará el neuromarketing en el 2020

El eyetracking se está utilizando ya en muchos ámbitos de la vida, y todo apunta a que en 2020 avanzará en el campo del marketing. De hecho, las tendencias del sector señalan un crecimiento venidero de un 27,4% anual hasta 2025. Gracias a la naturalidad que ofrece como forma de comunicación y a las múltiples posibilidades de aplicación que permite la tecnología de seguimiento ocular, se está investigando y desarrollando mucho para poder satisfacer la creciente demanda de todo tipo de sectores.

Actualmente, los que tienen una mayor penetración de uso de esta tecnología son retail y neuromarketing, entre otros. Las previsiones apuntan a que las aplicaciones más frecuentes de esta tecnología en próximos años podrían ser las de realidad aumentada y realidad virtual, su incorporación en dispositivos móviles, de entretenimiento y gaming o de soluciones biométricas sin contacto. En este contexto, Irisbond, compañía pionera en tecnologías de apoyo con el primer software de eyetracking de fabricación y desarrollo 100% español, ha realizado un análisis de los tres sectores en los que esta tecnología innovadora pegará fuerte en 2020.

El neuromarketing para conocer al consumidor

Para la publicidad y el marketing es vital poder conocer la conducta de los consumidores, sus preferencias, sus decisiones y, sobre todo, llegar a predecir sus comportamientos. Para ello emplean técnicas de neuromarketing como el EEG, el eyetracking o los test de respuesta implícita.

Respecto a la tecnología eyetracking, permite identificar mediante un exhaustivo seguimiento ocular, patrones de comportamiento durante la visita al punto de venta o al momento del contacto con la marca. Por ello, las aplicaciones son infinitas, desde usabilidad de software/hardware, testeo de publicidad y producto en comercios, hasta análisis de la concepción de la imagen corporativa. Son muchas las ventajas, ya que proporciona información sobre procesos temporales con alta resolución, es adaptable a múltiples entornos y es combinable con otros dispositivos, a un coste relativamente accesible.

Robótica e industria 4.0, planificación y precisión

Es sin duda una de las actividades profesionales donde se requiere de complejos aprendizajes y largos entrenamientos para su correcto desempeño. En este sector, la tecnología avanza a pasos agigantados, y abre nuevas posibilidades de aplicación para la industria robótica y especialmente, para la robótica colaborativa hombre-robot.

Por ejemplo, con aplicaciones en tareas de inspección con cámara, dirigiendo la cámara con los ojos al punto donde se ha de tomar la fotografía de inspección, y dando la orden de disparo de foto mediante guiño del ojo. O el concepto del “tercer brazo”, que permitiría a personas que en la planta de producción han de manejar cierta maquinaria o herramientas para las que necesitan ambas manos, puedan dar instrucciones a un robot con los ojos para que realice operaciones adicionales sobre la maquinaria o herramientas que está manejando. Por supuesto, servirá también para la inserción laboral de personas con ciertas discapacidades comunicativas a ciertos puestos de trabajo propios de la planta de producción.

El eyetracking permite, por ejemplo, que un operario pueda controlar un determinado proceso cuando tiene las manos ocupadas o también, aumentar la precisión en determinados procesos quirúrgicos. Gracias a los últimos avances en IA y ‘Deep-learning’, estamos evolucionado nuestros desarrollos integrando la mirada en aplicaciones tan diversas como la robótica colaborativa, el neuromarketing o la automoción, sin duda tres sectores que incorporarán muchas novedades en torno a una de las tecnologías del futuro”, asevera Eduardo Jáuregui, fundador de Irisbond. “Creo firmemente en que el futuro pasa por facilitar la manera en la que los humanos nos relacionamos con el entorno. La mirada es, sin duda, uno de los medios más naturales de comunicación. Además, es totalmente inclusiva y no discrimina a colectivos que puedan ver limitadas sus capacidades de habla o movilidad”, destaca Eduardo.